Johnny Depp podría lamentar el resto de su vida no haber declarado el ingreso a Australia de sus dos perros, Boo y Pistol. El Senado Australiano sostuvo que, de encontrarse el actor culpable, podría ser condenado a pasar hasta 10 años en prisión o pagar una multa de 265 mil dólares.
Depp se lastimó la mano durante el rodaje de la nueva entrega de "Piratas del Caribe" y tuvo que regresar a Estados Unidos para someterse a una cirugía. Al regresar, en su jet privado, decidió llevar a sus dos Yorkshire Terrier, pero no los declaró. En Australia esto constituye un flagrante delito.
Según el diario "The Sidney Morning Herald", la investigación se comenzó luego de que se postearan fotos de los perros en redes sociales. Barnaby Joyce, ministro de agricultura, amenazó con sacrificar a las mascotas de Depp a menos que sean regresadas a su país en menos de tres días.
Boo y Pistol fueron enviados de nuevo a California, pero el proceso legal continúa abierto y, según las autoridades australianas, el caso está lejos de quedar en el olvido.