Hay un cierto consenso: “The Walking Dead” está agotada. ¿Qué más se puede desarrollar en una serie que estrena hoy su novena temporada? A pesar de algunos personajes memorables, todo lo que la serie haga o deje de hacer a estas alturas huele a ramificaciones forzadas, tramas estiradas y esperas más oportunistas que estratégicas. Ya es hora de darle un final digno, por favor; pero aún no hay señales al respecto. La maquinaria de la industria audiovisual necesita seguir con su marcha.
Por el momento, la gran novedad de esta novena entrega es una despedida. Esta es la última temporada para el gallardo Rick Grimes (Andrew Lincoln), empeñado en mantener a flote los restos de la civilización en medio de la barbarie zombi. El actor británico no ha querido referirse extensamente sobre las razones de su salida. Eso sí, ha dicho que sus dos hijos lo reclaman cada vez más, y que por ello desea pasar más tiempo con su familia. También se intuye que Lincoln no quiere ser encasillado en Rick Grimes. Hay otros desafíos artísticos para este intérprete de 45 años formado en la Real Academia de Arte Dramático de Londres, Inglaterra.
—Exploración al límite—
Las decenas de episodios de “The Walking Dead” fomentan una opción dramática: una exploración a fondo de las impredecibles relaciones humanas. La televisión facilita esa maratón de cientos de horas que no puede ser cobijada por el cine. La originalidad no lo es todo. También importa el cómo.
Pero si hablamos de originalidad, es mejor referirse al cine. Con la película “La noche de los muertos vivientes” (1968), el director George A. Romero sentó las bases del género zombi que han sido copiadas, recicladas y saqueadas hasta decir basta. Él intuyó un aspecto antes que el resto de los mortales: más que una película de terror o de zombis, esto se trata de las complicadas relaciones entre nosotros. Los muertos vivientes son la metáfora de una sociedad salvaje o sin alma que nos induce a devorarnos. En el 2008, Romero comentó a la agencia The Associated Press: “Los zombis pueden ser lo que sea: una avalancha o un huracán. Es un desastre allá afuera. Las historias son sobre cómo las personas fallan para reaccionar de una manera adecuada. Se equivocan al intentarlo. Siguen tratando de quedarse en donde están, en lugar de reconocer que quizá eso no sea posible de mantener. Esa es la parte que siempre he disfrutado”.
Precisamente este tema y otros éticos son lo que movilizan las tramas de “The Walking Dead”. La serie lleva esta auscultación moral al límite.
—El dilema de seducir al televidente—
El Comercio participó en una teleconferencia con la estadounidense Angela Kang, la nueva ‘showrunner’ de “The Walking Dead”. Hija de inmigrantes coreanos, ella afirmó que siempre procura prestar atención a que haya diversidad de género, de nacionalidades y de orientación sexual en los personajes.
También comentó que se está empleando el humor, los saltos en el tiempo en los relatos y otros elementos que generarán sorpresas, con el fin de que la historia no deje de seducir. Añadió que el ritmo de la novena temporada de la serie será más acelerado que en otras ocasiones.
Ver para creer.
Fecha y hora de estreno de la novena temporada de “The Walking Dead”: hoy, 8:30 p.m.
Canal: Fox Premium Series