Antes de alcanzar la popularidad internacional, Manolo Caro trabajó en películas mexicanas como “La Vida Inmoral de la Pareja Ideal” y “Amor de mis Amores”. Sin embargo, tras el estreno de “La casa de las flores”, el director mexicano obtuvo el éxito que nunca antes se había imaginado. Con el estreno de la última temporada de la serie de Netflix, Caro se despide del proyecto más grande de su carrera hasta hoy.
“Es un proyecto que adoro, que me genera muchísimos sentimientos cuando hablo de él porque es el que me dio la oportunidad de salir a trabajar fuera de México”, confesó recientemente a la revista Elle México.
El humor y la excentricidad de las tres temporadas de “La casa de las flores” puso a otro nivel el clásico teledrama mexicano y lo internacionalizó. “El éxito nos agarró de sorpresa porque nunca pensamos que nos iba a ir como nos fue. Entonces todo fue muy genuino y muy orgánico. No habían expectativas, y eso lo hizo mejor”, dice Caro.
El buen recibimiento de la serie le dio la oportunidad a Manolo Caro de dirigir producciones en otros países como España, donde dirigió “Alguien Tiene que Morir”. No obstante, los elementos sociales de la serie como la representación de la comunidad LGBT significó un reto mayor para el director y su elenco.
Al respecto, Cecilia Suárez, actriz que interpreta a Paulina de la Mora en la serie, aseguró que “'La Casa de las Flores’ levanta el velo de la postura sumamente hipócrita en nuestro país respecto al tema. Por un lado la sociedad idolatra a Juan Gabriel y todo lo que ha representado y por otro, es una sociedad homofóbica y misógina", sentenció.
Con respecto al personaje de Virginia de la Mora, central en esta última temporada, Manolo Caro afirmó que conocer su pasado ayudará al público a entender cómo fue criada la generación anterior. “Como ella, a esa edad tenemos muchas inquietudes y nos dicen que está mal y que no se puede hablar de eso, entonces entras en esa caja de convenciones sociales sobre cómo vivir tu sexualidad”, concluyó.