Rick Springfield: “La música no me daba mucho dinero”

En los años ochenta, “Jessie’s girl” sonaba en la cabeza de algunos jóvenes de la época. En esos años, un joven Rick Springfield había dejado su natal Australia para tentar la suerte en Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia de otros artistas de su generación, la carrera de Springfield no despegó.

En medio de ese trance, conoció a una amiga que lo invitó a sus clases de actuación. “Pensé que podía actuar para poder ganar unos dólares mientras esperaba mi próximo gran contrato musical”, nos cuenta el músico, ahora con 65 años a cuestas.

¿Hubo otras razones por las que decidiste ser actor?
Decidí actuar porque dejé de ganar dinero como músico. Tuve tres discos que fueron un fracaso en el curso de seis años. Vine de Australia a América y fallé tremendamente. Se me presentó una gran oportunidad. Muchos actores esperan por mucho tiempo una oportunidad así. Al final me enamoré de la actuación.

¿Cuál ha sido tu mayor sacrificio?
Mi gran sacrificio fue dejar Australia, mi familia. Nunca más vi a mi papá, quien falleció mientras que yo estaba lejos. Nunca lo he pensado realmente, hasta ahora que lo preguntan. Todos hacen sacrificios, así seas abogado o músico. Creo que el sacrificio más doloroso para mí fue nunca más ver a mi padre.

¿Cuánto tienen en común la vida de actor y la de músico?
La gente alucina demasiado la vida de un músico. Cuando tenía que hacer un disco, me encontraba con seguidores que me rogaban por entrar al estudio y simplemente verme grabar. Los hacía entrar, pero a la media hora de hacer la misma frase de la canción una y otra vez porque no sonaba bien, se despedían. Como actor, uno hace lo suyo, luego se va por una hora y media, y luego vuelve. Una escena puede seguir una y otra vez durante todo el día.

¿Piensas que has tenido éxito en todo lo que has hecho?
No soy solo un intérprete musical, yo escribo. Canto porque no quería que alguien más cante mis temas. Ser escritor y músico a veces pueden ser cosas diferentes. Como músico te tiene que pasar lo que a muchos: hacer cuatro discos totalmente geniales y luego construir sobre ellos, como le pasó a U2. Lo otro que te queda es “American Idol”, donde vas de cero a 50 de un momento a otro.

¿Estarías en un ‘reality’ como “American Idol”?

No. Cada temporada me lo piden, incluso estar en “Dancing with the Stars”. Nunca involucraría a mi familia en algo así. No creo que por una suma de dinero deba entregar todos los secretos, no es un muy buen trato. Creo que haría algo más parecido a lo de las Kardashian (risas).