Redacción EC

Jeanet Sosa

En Cotahuasi las sensaciones de aventura fluyen de forma espontánea. No en vano el lugar es escenario de la práctica de muchos deportes y de una serie de encuentros vivos con el medio ambiente. Su subcuenca fue reconocida como Área Natural Protegida (ANP) en la categoría de reserva paisajística hace 10 años y es la capital de la provincia de La Unión, la cual este año celebró su 180 aniversario. Para llegar allí se sugiere seguir una ruta en dos partes. Primero, cinco horas desde la ciudad de Arequipa hasta el distrito de Chuquibamba, ubicado hacia el norte, donde es ideal saborear un pastel de papas con queso al horno; y si lo acompañas con un mate de coca caliente, combatirás el soroche. Luego, en la segunda fase, trata de continuar por un paisaje multicolor, ahora sobre una trocha que en seis horas te dejará en la zona del cañón.

RECORRIDO NATURAL

Una de las ventajas de ir en auto particular es que puedes detenerlo cuando quieras y disfrutar de cada tramo. El camino está matizado en tonos verdes debido a la yareta, un frondoso arbusto que crece en los andes. Mientras avanzas, observarás el Valle de Majes, que decora el recorrido con sus cultivos de frutas y granos, y también con formaciones naturales como la del Castillo Encantado, en el distrito de Aplao, provincia de Castilla. Es una estructura de rocas que le debe su forma a la erosión ocasionada por el viento. Se cree que en su cima hay restos arqueológicos, pero esta versión no se ha comprobado. Vale la pena registrar el lugar con una foto.

Otra de las maravillas del camino es el Coropuna, uno de los pocos glaciares peruanos que al mismo tiempo es volcán. Es la tercera montaña más alta del país y la única que se puede divisar desde el Océano Pacífico. Dicen que fue el explorador Hiram Bingham el primer occidental que pudo ascender a su cima. Además del trekking, si es que ya tienes práctica, puedes esquiar en sus laderas (a 5.400 m). Quechua Exploring High Mountains alquila el equipo para realizar este deporte (paletas, casco, ropa de abrigo, lentes, bastones, etc.).

A los pies de este glaciar se extiende la laguna Pallarcocha, que lo refleja en sus aguas llenas de truchas y custodiadas por tola, flor que estuvo por extinguirse. También verás vicuñas. Lo más recomendable es salir del auto y caminar cerca de la reserva de agua. Abrígate: la temperatura baja hasta los 10°C.

EL ARRIBO

Tras un total de 375 kilómetros, la recompensa llega. Ubicado en el sector de Linacocha, cerca del distrito de Quechualla, descansa el gran cañón. Allí inicia la verdadera aventura. Una de las más atractivas actividades para empezar es la escalada en roca, que se puede hacer en varios roquedales. Lo recomendable es la modalidad clásica, es decir con autoseguros como pitones, nueces, etc. En tanto, si te gusta el avistamiento de aves, aprovecha pues hay 158 especies en la zona siendo uno de los que destaca el cóndor andino.

Es factible visitar ‘El cañón de las maravillas’, como le dicen, en cualquier época, pero si vas a hacer caminatas, canotaje u otros deportes, de preferencia separa fecha entre abril y noviembre. El canotaje se realiza desde Antabamba hasta los Baños de Luicho en las aguas del río Cotahuasi. También existe la posibilidad de hacer turismo de montaña desde el centro del pueblo con  bicicletas que alquilas por S/. 50 al día. O si prefieres el transporte natural, anímate a hacer cabalgata con equinos mestizos o de pura sangre, pues la crianza de caballos está muy difundida, sobre todo en los poblados de Huaynacotas y Alca.

Es viable también hacer turismo vivencial. Existen familias que han sido capacitadas para recibir a los viajeros. Ellos enseñan el cultivo de la tierra, la cosecha, la fabricación del queso y hacen participar a los visitantes de su rutina laboral en un ambiente tranquilo y saludable.

CAÍDA DE COLORES

Pero hay más. A nueve kilómetros, en el distrito de Toro, están las cataratas de Sipia, un conjunto de tres caídas de agua de 150 metros de altura. Para verlas de cerca, se camina por 30 minutos. El panorama es fabuloso: rocas gigantes de distintos tonos —entre marrones y grises—, vegetación, y el líquido caudaloso que revienta sobre la superficie. Esta maravilla natural suele adornarse más con un bello y pequeño arco iris que se forma al costado. ¿Deportes? Claro. Allí puedes hacer rapel o escalar las paredes de la catarata. Es mejor hacer estas actividades durante el día. Hay agencias que brindan servicio de guías y paseos a caballo por la zona.

Además, aquí está la mejor ruta para pedalear, que parte del Mirador Natural Allhuay (3.950 m.s.n.m.) hasta el poblado de Toro (2.964 m.s.n.m.), pasa por las cataratas y culmina en Cotahuasi.

DESCANSO EN EL VALLE

No todo es movimiento en la zona. El ambiente natural invita a darte un merecido descanso en los dos baños termales aledaños. A 30 minutos del pueblo de Cotahuasi, se encuentra el primero: el complejo de Lucha. Consta de dos ambientes. Uno tiene dos pozas con aguas de propiedades curativas contra la artritis, el reumatismo, el dolor de huesos y el dolor muscular. La otra te relaja con sus aguas tibias y también sana tu cuerpo. La entrada general cuesta S/. 2. Solo a 7 minutos de Lucha, está el Complejo Turístico Luicho, con tres piscinas con aguas termales cuyas temperaturas van entre los 33°C y los 38°C.

La sensación de libertad te compromete con esta especial convivencia con la naturaleza. El mismo pueblo te enseña a compartir con el ecosistema, a vivirlo placenteramente, pero cuidándolo, para que en una próxima visita aún puedas describirlo como el valle de movimiento, aventura y tranquilidad que es ahora.

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