Stefano Salvini ha logrado destacarse en el mundo actoral por su trabajo en diversas novelas, películas y obras de teatro. Pero cuando está fuera de un escenario o de las cámaras, Salvini es un viajero empedernido.Uno de los viajes que más recuerda es a Cusco, donde tuvo una experiencia espiritual en medio de una montaña. Fue allí donde cambio su perspectiva de vida y comenzó a valorar más las tradiciones ancestrales que hay en el Perú. En exclusiva para Vamos, el actor nos cuenta sus anécdotas de viaje y nuevos proyectos.
Salvini recibió este 2023 con muchos viajes en la agenda, pronto se enrumba a Panamá para el conversatorio “El reto de las series web en Latinoamérica”, debido a su nuevo proyecto llamado “Voices la serie”, el cual dirige junto a Mauricio Irigoyen. Aunque el proyecto todavía se estrenará en diciembre ya va sumando galardones importantes en festivales de cine internacionales en Nueva York, Portugal, Las Vegas y Francia.
—¿Cuáles son los últimos viajes que hiciste?
He visitado Panamá por temas de trabajo. También porque me estoy encargando de llevar la serie web (Voices) fuera del Perú. El 80% está grabado en Lima y un 20% en Cusco y Oxapampa. En el 2022 viajé unas cuatro veces a Cusco y Oxapampa, todo por la serie también. La serie habla sobre las redes sociales, lo cibernético, la inteligencia artificial y como de alguna manera el personaje principal escapa de todo para conectarse con la tierra. Y eso es lo que he sentido con los viajes que he tenido en Cusco. Nunca había disfrutado tanto de viajar dentro del Perú como lo he hecho en 2022.
—¿Cómo fue tu experiencia en Cusco y Oxapampa?
A raíz de la pandemia muchos proyectos se me cayeron y tuve que seguir trabajando en mi propio proyecto. Fuimos con un equipo a grabar a diferentes partes del Perú. Esta vez, siento que he conocido Cusco aún más y las experiencias que he vivido han sido increíbles. La agencia Viva Cusco me guió por diferentes lugares, que no son tan turísticos, sino más sagrados. Las historias que he escuchado me han dejado fascinado, me ha hecho redescubrir lo que tenemos, esta cultura milenaria de los incas y la cosmovisión andina. Me quedé viviendo en Oxapampa, luego un tiempo en Cusco.
—¿Se podría decir que conectaste de manera profunda con estos destinos?
Claro. Amo el Perú, tengo demasiado orgullo de ser peruano, de haber nacido acá. Siempre cuando he viajado, la gente me ha dado mucho cariño y me he sentido cómodo… Cuando fui a grabar estaba con un estado emocional decaído, triste, desilusionado de muchas cosas en mi vida y el ver los paisajes y la gente que me rodeaba, me hizo ver las cosas de una manera distinta.
—¿Qué lugares de Cusco conociste?
Nos unimos con Viva Cusco, una agencia de viaje, para mostrar en la serie recorridos que sean alternativos y que tengan parte de reconexion espiritual en un mundo mágico como lo es el ombligo del Mundo. Nuestro primer destino fueron las Cataratas de Perolniyoc, un lugar místico ubicado en el distrito de Ollantaytambo, comunidad de Socma. Lugar poco conocido pero con un gran significado, nuestro guía nos comentó que este lugar era muy importante ya que en la época inca purificaban sus cuerpos con el agua de estas cascadas. Ubicado además en las base de un templo Inca llamado Rayampata.
Queríamos descubrir más de la zona, y nos fuimos al centro arqueológico de Ñaupa Iglesia, un poderoso portal místico y de mucho valor, ya que este era un centro ceremonial inca. Para los maestros andinos, lugareños y personas que visitan el lugar este es un punto que emana bastante energía que provienen de los astros, razón por la cual declaran que es un portal dimensional que aún no puede descifrarse. Nos quedamos magnificados con todo esto y definitivamente era necesario incluirlo en la serie.
—De todas maneras una parada imprescindible fue nuestra maravilla del mundo...
Por supuesto. Era necesaria nuestra visita a Machu Picchu y mostrar parte de ella, sabemos el nivel cultural y turístico que tiene nuestra maravilla, sin embargo queríamos mostrar más, algo que no muchos visitantes conocen. La espiritualidad y energía que tiene, muchos de los testimonios de los visitantes espirituales coinciden al indicar que basta con poner la mano sobre los muros incas y los diferentes monolitos; tocarlos para sentir el calor que emanan y si te concentras sentirás un gran cosquilleo en las manos, es la energía recorriendo tu cuerpo.
También, hicimos un largo pero bonito viaje a la Laguna de Humantay, realmente capturamos tomas magníficas. Una bella laguna sagrada, de aguas turquesas y rodeada de imponentes nevados, además de un origen legendario contado como la leyenda de los hermanos Ausangate y Salkantay. Estas bellas tomas la podran observar en la serie, para no perderlas.
—¿Qué anécdotas recuerdas de tu viaje a Cusco?
Fui a escalar a una montaña conocida, pero de pronto mis pulmones ya no podían más. En eso se me acerca un guía, que también era un sacerdote andino, y me hace como una especie de ritual o ceremonia. De pronto siento que me saca una mochila pesada que llevaba conmigo y pude terminar de subir esta montaña como si fuera un deportista profesional o como si no hubiera altura. Fue súper poderoso y súper valioso haber llegado a la cima, porque sentía que me iba a morir, no daba más... Recuerdo que me llene de una energía y fuerza única para llegar, porque me faltaba muchísimo y tenía que cargar maletas. Ya quería bajarme, quería tirarme, sentía que moría, tenía una carga emocional muy fuerte. Fue como una experiencia renovadora para mí de llegar a la cima y ver todo a bajo. No era llorar de cólera, sino de alegría. De estar llorando de frustración de quejarme de todo, simplemente me invadí de la energía que te da la tierra.
—Habías escuchado de los rituales ancestrales que hacen las personas en la sierra, pero fue la primera vez que vives esa experiencia...
Había estudiado, sabía de los rituales y las tradiciones ancestrales, pero con lo que me pasó entendí todo. Me sentí más peruano que nunca, mas orgulloso de ser peruano, porque tengo una suerte tremenda de haber nacido acá. Soy la persona mas agradecida de poder conocer toda esta cultura y ese viaje hizo que me sienta mas peruano. Poder mejorar como persona a través de una experiencia así, sin ningún tipo de planta alucinógena o ritual extraño, simplemente fue una conexión conmigo. Fue escuchar a la tierra.
—¿Qué les dirías a quienes todavía no se animan a viajar por el Perú?
Creo que uno va a ganar mucho conociendo, como peruano es imposible que no conozcas Cusco, pero cada quien tiene su forma de ver la vida. Si hay un lugar que me gusta viajar y siempre quiero regresar es Cusco. En esta etapa de mi vida Cusco es mi destino favorito. Hay etapas donde tampoco quería viajar, porque no tenía tiempo, estaba concentrado en mi trabajo. No cerrarse a la posibilidad de que un viaje puede ser algo que te cambie la vida, si no encuentras una salida o solución a un tema personal… Cada viaje o cosa llega en el momento en que tiene que llegar, porque si no hubiera viajado a Cusco, no hubiera tenido la experiencia que viví. Estar abiertos a la posibilidad de viajar es lo único que deberíamos tener en cuenta.
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