No nos importa subir algunos (o varios kilos) al convertirnos en madres. Sin embargo, según un reciente estudio la verdadera batalla contra la balanza comenzaría pasado el alumbramiento. El cambio en los hábitos ocasionaría que las progenitoras ganen peso el doble de rápido que antes.
La investigación llevada cabo por Olga Yakusheva de la Universidad de Michigan, tomó como partida el caso de 30 mil mujeres durante 5 años. La especialista en enfermería notó que gran parte de las recientes madres ganaban kilos casi de forma natural luego de dar a luz. Lo que se determinó es que el proceso metabólico en ellas empieza a ralentizarse notoriamente.
Las mujeres que fueron madres no lograron regresar a su peso previo al embarazo. Sin embargo, todas ellas perdieron peso durante el primer año de vida de sus bebes debido a la lactancia. Para el segundo año, ese descenso se estancó para igualar la progresión del peso en las mujeres sin hijos. Pero, para el tercer año, la ganancia aumentó notoriamente, pudiendo aumentar hasta en 1.3 kg al año.
En conclusión, una mujer que inició su embarazo con 69 kg, podría llegar a alcanzar los 75 kg luego de 5 años de maternidad. Y el factor determinante en la ganancia de peso tendría que ver con el cambio de vida en lo laboral y familiar que afecta nuestra alimentación.
Cabe mencionar que para la investigación Yakusheva comparó el peso de dos tipos de mujeres: un grupo que se convirtió en madre 5 años antes y otro con personas de la misma edad pero que no tuvieron hijos.