Caterina Notargiovanni
A mal tiempo: colores. Esa es la actitud con la que Verónica Batinic recibirá el 2015: «Estoy tratando de ponerle color a mi vida, así que pienso empezar el año vestida de crema y con algo mostaza o naranja». La segunda mitad del 2014 fue muy difícil para ella y decidió exorcizar las tristezas a puro color. «No hay que exigirse, pero sí hay que proponerse, ayudarse a una misma», agrega.
Para Verónica, ropa, maquillaje o accesorios no son solo una cuestión de tendencias, son un indicador de personalidades y de estados de ánimo. «La ropa habla en un lenguaje no verbal. Cuando miro a una mujer me pregunto qué me está diciendo sobre sí misma», dice la stylist argentina de 31 años.
Ella misma descubrió hace poco que pintándose los labios de color encendido los demás le prestan más atención a lo que tiene para decir, a su voz. «Fue un gol para mí, porque además le puse luz a mi rostro», confiesa.
Así que si eres de las que están decididas a aplicar la frase «Año Nuevo, vida nueva», te recomienda que empieces por usar más colores. Y si quieres hacerte oír, ponlos en tus labios. «La mujer peruana tiene a favor su pelo, sus buenas piernas y lindos labios. Es hora de que empiecen a destacar su voz, de que tengan voto y personalidad, y de que le pongan color a esa voz», dice una mujer cuyas frases de cabecera son «Que mi debilidad no se lleve lo mejor de mí» y «Vivir sin ser vencida por nada».
Sobre la tradición peruana de vestir prendas amarillas a fin de año, Verónica advierte: «Lo mejor sería un amarillo pastel (acompañado con labial rojo), porque te suaviza el rostro y te ilumina, comunica que traes buena onda, invita al diálogo de Año Nuevo, a la calidez y al abrazo». Un amarillo semáforo en cambio, comunica que te interesa llamar la atención. «Pero elegiría amarillo para un blazer, un polo o un vestido; y en nada más», acota.
Los colores tendencia del 2015 serán azules y fucsias, pero si no te gustan o no te van, no te disfraces: «Se trata del color que vos quieras. Yo sigo las tendencias pero me gusta más descubrir el color que mejor le va a cada personalidad, me interesa que descubras el color que te hace sentir bien y que lo vistas sin importar lo que piensen los demás».
Verónica planea empezar el año frente al mar, con las personas que quiere y que la hacen feliz; y aunque no tiene rituales, todos los fines de año se toma el tiempo de agradecer: «Me pregunto: ‘¿qué aprendí este año?’ ‘¿Eso que aprendí tiene nombre y apellido?’ Entonces escribo un mensaje de agradecimiento a la persona».