Verónica Linares: La cultura combi
Verónica Linares: La cultura combi
Verónica Linares

Todos los días en el noticiero matinal salimos en vivo desde un punto crítico de tráfico de la ciudad. Un drone nos muestra a los micros atravesando las grandes vías a toda velocidad sin importarles nada, a taxistas metiéndose en contra, peatones que cruzan las pistas sin respetar la luz roja y motocicletas yendo por las veredas.

Siempre nos preguntamos qué hacer para mejorar. Se han construido vías expresas, by pases, Metro, Metropolitano y nada aminora el caos vehicular. Algunos dicen que se debió hacer un subterráneo, otros que hay que reducir la circulación de autos particulares así como en la década del 70. Los más radicales creen que debemos exterminar a las cústeres; los ingenieros, que necesitamos más vías; y los ecologistas, que usemos bicicleta, en fin.

Yo siento que no importa qué reformas ni leyes se hagan porque los conductores y peatones ya estamos contaminados y cada día nos volvemos más salvajes. Nos hemos convertido en zombies acostumbrados a comernos entre nosotros: a meter el carro, a tocar el claxón sin control, a insultar, a no respetar a nadie. En buen cristiano: a hacer lo que nos da la gana.

Como vemos tanta violencia y corrupción nos parece un tema doméstico, por ejemplo, que un congresista de la República se estacione donde quiera, sin respetar el acceso de los clientes a un local de sánguches en Miraflores.

Hasta resulta sonso denunciar que el presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del parlamento diga que se estacionó en ese lugar prohibido, porque estaba haciendo su trabajo de representación a las 3 de la madrugada.En el programa que conduzco en la noche estábamos comentando esa noticia y los invitados bromeaban sobre la actuación del parlamentario: “es fanático de los Beatles”.

El dueño del restaurante en Miraflores contó que el político llegó en su camioneta con amigos y sin importar sus reclamos la dejó estacionada por dos horas en la pista que da justo a la rampa que usan sus clientes que van en carro. No le interesó que en la vereda había una línea amarilla que significa prohibido estacionar.

De repente el congresista –que no quiso responder públicamente a la denuncia– estaba muy emocionado con su cita o con su noche de patas que no escuchó al propietario de la sanguchería, ni se dio cuenta que estaba en una zona restringida. Sin embargo, no quedó allí.

Al día siguiente lo denunció en la comisaría, según dice, por dañar su vehículo. El político señaló que fue víctima de un sujeto agresivo que, lleno de ira por malograrle las ventas de la noche, le tiró pintura blanca a su camioneta. ¿Y sus agentes de seguridad? Ellos también estaban mal estacionados en un garaje frente al local y se habían quedado con la llave del vehículo del congresista.

Como el dueño del restaurante negó haber ocasionado algún daño, a través de una carta notarial, el congresista se ratificó en su denuncia argumentando que estaba estacionado ahí en cumplimiento de su trabajo fiscalizador de parlamentario. Por favor, ¿quién se va a tragar el cuento que estaba inspeccionando locales en Miraflores a las 3 de la madrugada? ¿A eso se dedica un congresista de la República? Cualquiera que ha ido a un bar, discoteca o restaurante en los alrededores de la calle Berlín sabe que es un problema encontrar estacionamiento. Así que lo que le tocaba al congresista era darse mil vueltas hasta encontrar un lugar o dejar su camioneta en una playa de estacionamiento, pagar S/10 por la hora o fracción y caminar.

Si todo esto les parece un tema tonto, estamos mal. Si un congresista no cumple el reglamento de tránsito y miente con tanta facilidad, qué podemos esperar del resto de ciudadanos. Además, cabe preguntarse si el parlamentario es respetuoso de las otras leyes y solo infringe las que considera menores.

No tiene nada de malo salir a divertirse un sábado por la noche, pero respetando las normas. Algo tan trillado, como simple, se ha convertido en todo un reto para los peruanos.No importa qué reformas ni leyes se hagan porque los conductores y peatones ya estamos contaminados y cada día nos volvemos más salvajes. (function(d, s, id) { var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0]; if (d.getElementById(id)) return; js = d.createElement(s); js.id = id; js.src = "//connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.4&appId=465882020151522"; fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);}(document, 'script', 'facebook-jssdk'));

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