Cinco cosas que las mujeres hemos cambiado con los años

Las mujeres hemos dejado atrás la imagen del sexo débil y hemos ido ganando fuerza y determinación. Las mujeres somos madres y nos ocupamos de las cosas de la casa pero también somos buenas profesionales y tenemos ganas de disfrutar de los placeres de la vida.

Con el tiempo, nuestras mentes se han ido abriendo y hemos roto de a pocos todos los estereotipos y temores que nos perseguían. En el Día Internacional de la Mujer, queremos destacar cinco de las cualidades que las chicas tenemos hoy en día.

1. Hablar de sexo ya no nos parece tabú

Ya dejamos atrás la época de la mujer recatada cuya vida en pareja era su más íntimo secreto. Ahora ya no nos sonrojamos al hablar de sexo ni nos morimos de vergüenza de innovar al momento de hacer el amor con nuestra pareja.

2. Somos solteras y felices

Antes el sueño de toda mujer era casarse y tener una familia a una temprana edad. Ahora ya no tenemos miedo de ser la que se queda “a vestir santos” y vivimos nuestra soltería plenamente. Ya no nos apuramos en buscar marido sino en encontrar a la persona adecuada aunque tengamos que esperar un tiempo extra.

3. Trabajamos para obtener lo que queremos

Las mujeres ya no somos vistas como “las que deben encargarse de la casa”. Ahora somos profesionales, tenemos maestrías, trabajamos en puestos altos y hacemos que nuestra voz se escuche. Luchamos cada día para alcanzar nuestras metas profesionales y eso no implica que nos despreocupemos de nuestra familia ni seamos egoístas.

4. Somos más independientes

Aunque tener una pareja a nuestro lado también es agradable, las mujeres ahora somos mucho más independientes. Salimos con nuestras amigas a un bar, nos vamos de viaje solas, nos engreímos con nuestro propio dinero, etc. Ya no necesitamos un guardaespaldas que nos cuide por ser “el sexo débil”, los años nos hacen más fuertes.

5. Tomamos la iniciativa si un chico nos atrae

Ya no somos las que nos sentamos a soñar con la llegada del hombre ideal. Si vemos un chico que nos gusta, ya no tenemos miedo de dar el primer paso e iniciar la conversación. Tenemos las agallas para hacer lo que muchos chicos no se atreven y el qué dirán cada vez importa menos.