¿Por qué solemos comer de más cuando estamos estresados? - 1
¿Por qué solemos comer de más cuando estamos estresados? - 1

Ese chocolatito que buscas en el cajón superior de tu escritorio justo antes de hacer una presentación a tu jefe. El queque de naranja que acompaña a tu café de media tarde cuando te sientes cansada. Los entendidos le llaman a esto hambre emocional y responde, la mayoría de veces, a la necesidad de calmar el estrés.

“El estrés hace que tengamos ansiedad, tristeza, frustración, que nos sintamos imposibilitados”, explica Paola Otero, terapeuta del Centro Renascentis Perú, profesionales en trastornos de alimentación. “Buscamos cómo recompensarnos y, al comer, se activan en nuestro cerebro las zonas de placer”.

Un gustito emocional aquí y allá no tiene mayores consecuencias, el problema es cuando el estrés por haber comido un alimento ‘prohibido’ nos envía en una espiral de autosatisfacción que nos impulsa a comer más. Suele pasar que, al sentirnos tan culpables por habernos salido de la dieta, esta misma sensación de tropiezo nos hace sentir hambre.

Entonces, “el metabolismo se acelera y necesita más energía para realizar actividades y, al final, esas calorías se absorben como grasa”, añade la nutricionista de la clínica Javier Prado, Karla Gutiérrez.

¿Cómo controlo mi hambre emocional?

Las dietas demasiado restrictivas pueden generarnos una sensación de ansiedad, por no poder comer todo lo que normalmente consumiríamos. Los especialistas recomiendan hacer dietas balanceadas que nos permitan ciertos gustos de manera espaciada. De la misma manera, la nutricionista aconseja seguir un plan de alimentación que incluya tres comidas principales y dos meriendas, además de contener una buena cantidad de proteína que ayude a dar saciedad.