Producida. Confieso que es una palabra que me genera anticuerpos. ¿Qué significa? ¿Hay una serie de requisitos universales para estar oficialmente producida? ¿Para todos es lo mismo? Lo digo porque estuve en un evento de moda, preguntando a los presentes cómo creen que deberían ir vestidos a Lifweek, evento de inminente y pronta llegada. En lugar de escuchar sobre outfits o tendencias, esa palabrilla sonó y sonó dentro de las respuestas.
Lo que yo entendía o percibía como producida era estar más arreglada que lo normal y con ello me refiero a maquillaje y peinado esmerado, casi siempre hecho por profesionales.
Ahora, la pregunta es aun más específica: ¿qué eventos merecen que una se produzca? Tal vez no sigo mucho los códigos de vestimenta, pero sé que hay eventos que ameritan que me arregle un poco más que cuando voy a comprar pan: un bautizo, por ejemplo.
Como sabrán, privilegio siempre mi comodidad y prefiero verme al natural. «Nunca te produces o arreglas mucho», es lo más amable que han comentado alguna vez sobre esta característica de mi estilo. Sé que hay una fina línea entre no arreglarse mucho y el desaliño. El desafío es transitar por esa línea sin tropezar.
Pero la moneda tiene dos caras, y conversando con mis colegas blogueras, algunas se quejaban de que a veces las critican por estar demasiado producidas.
He tenido la suerte de conversar con algunos diseñadores antes de sus presentaciones en el
Lifweek y adivinen ¿qué? Tanto Yirko Sivirich, como Jercy Gutiérrez y Angie Schlegel coincidieron en que el Lifweek es el escenario perfecto para marcar tendencia, pero de nada sirve ir vestido con lo último si no eres tú misma. El secreto del asunto es ser tú. Punto. De otro modo es un disfraz y para eso está Halloween.
¿Hay que producirse? Los blogueros coincidían en que todo depende de cómo quieres verte y sentirte. Que en realidad lo único que importa es que uno esté cómodo con cómo se ve pero la mayoría, obvio, contestó que sí se producen.
Personalmente creo que la semana de la moda de Lima es una plataforma que te da la licencia para experimentar con tu look como más te provoque. Es la perfecta excusa para dejar salir tu creatividad, sin llegar al extremo. ¿Producida o no producida? Como te plazca, pues no hay nada peor que notar que alguien se vistió como otra persona, con ropa que no tiene nada que ver con su personalidad o con su estilo.
Así es que, para que las que les gusta, que venga la producción con bombos y platillos: peluquería, maquillaje, vestido de diseñador, zapato imposible de caminar y las mejores galas.
Y para las que se encuentren en el otro lado del espejo, que venga también la comodidad, la naturalidad y la autenticidad. Que vengan todos con sus estilos propios y que de una vez por todas, cada uno se preocupe por sí mismo y lo que quiere comunicar. Que venga Lifweek ya, y que sea una fiesta libre de prejuicios.
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