Luego de tantos años con tu pareja, empiezas a sentir que algo ya no está bien entre ustedes. Las cosas han cambiado, ya no sientes las mariposas en el estómago de antes y poco a poco aparece la costumbre. Sabes que terminar es la solución, pero algo te detiene.
Si estás viviendo una situación similar, tal vez sea el miedo el que te impide dar ese paso hacia tu libertad. ¿Puede realmente el temor a un cambio radical en tu vida mantenerte atada a una relación que ya no tiene sentido para ti? Sí, y te mostramos seis señales que indican que te está pasando.
1. Sientes que algo no encaja pero no sabes qué es
Esa sensación de vacío y de sentirte extraña cuando estás con él, es la señal más clara de que las cosas no están funcionando. Y no hacer nada al respecto es otra señal de que el miedo te está limitando y te impide darte cuenta de la realidad.
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2. No imaginas tu vida sin una relación
El miedo más común luego de estar con alguien por tanto tiempo es al hecho de sentirte “incompleta” si terminan. Siempre has pensando en dos y empezar a concentrarte en ti misma es una situación a la que crees no vas a acostumbrarte.
3. Crees que las cosas han ido demasiado lejos
Como es de esperarse, las personas en relaciones largas crean vínculos muy profundos. No solo se conocen mejor que nadie sino que comparten amigos, lugares favoritos, actividades, se llevan bien con la familia, etc. Dejar de lado esa parte de tu mundo te da miedo y te impide seguir adelante.
4. Prefieres evitar el sentimiento del corazón roto
Otro miedo común es a la tristeza que implica una ruptura. Va a ser inevitable llorar y pensar en qué estará haciendo la otra persona, hasta te va a costar no escribirle como siempre solías hacerlo.
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5. No quieres aceptar que estás perdiendo tu tiempo
Caer en la cuenta que esa relación no tiene futuro es, en cierto modo, aceptar que has fallado en el amor y eso da miedo. Nadie quiere sentir que hizo las cosas mal y, muchas veces, ese sentimiento no nos deja ver la luz al final del túnel.
6. Te incomoda la idea de “volver al ruedo”
Pensar en volver a conocer chicos, tener citas y enamorarte de nuevo te molesta. Tal vez no es que no seas capaz de hacerlo, sino que te dejas dominar por el miedo de no volverle a gustar a nadie más cómo a tu pareja la primera vez.