No importa la época del año, los perros necesitan ser bañados, aunque no tan seguido como algunas personas creen.
La médico veterinario Mónica Terrones explica a WUF que, según cada perro, el baño debe de hacerse cada 3 o hasta 4 semanas.
“El perro tiene una especie de grasita en el cuerpo que lo ayuda a proteger su piel. El exceso de baño limpia esa grasa y suele irritar la piel, lo que puede provocar daños mayores”, explica la especialista.
A todos nos gusta que nuestros perros estén limpios todo el tiempo, sobretodo si somos de las personas que los dejamos subir a los sillones y a la cama. Pero hay quienes exageran y piden bañarlos -o los bañan- una vez por semana. Mucho cuidado con eso.
“Para baños tan frecuentes mejor usar un shampoo suavecito y que no sea cosmético, como los de avena, eso minimiza el riesgo de irritación”, agrega.
Los síntomas de una piel irritada son zarpullido, granitos, lo que hace que el perro se rasque demasiado y provoque más daño.
Por otro lado, Terrones explica que si no secamos adecuadamente a nuestros perros después de un baño, pueden desarrollar eccemas en la piel. Eso también dependerá de cada tipo de animal.
“Hay quienes dicen ‘No pasa nadaaa, en verano se seca solo’. O les pasan un ratito la secadora y luego los sueltan. No es lo idea. Es importante dejarlos bien secos después del baño. Hace calor, sí, pero las secadoras de pelo tienes opciones de potencia y en verano se puede usar la más suave, con aire fresco”, sugiere Terrones.
Otra parte del baño con la que debemos de tener mucho cuidado es con la manera en que protegemos los oídos de nuestros perros. Antes de mojarles la cabeza es fundamental protegerlos con tapones usando algodón.
“Hay perros que están predispuestos a desarrollar otitis, sobretodo los de orejas caídas. El conducto auditivo tiene bacterias y levaduras que pertenecen a la flora normal del conducto auditivo, pero cuando no hay una buena ventilación o limpieza, pueden empezar los problemas”, explica la especialista.
Una buena técnica para colocar el algodón en los oídos es coger un trozo grande -nunca en pedacitos-, hacer un tirabuzón e insertarlo dentro del oído. Si se sacude, colocar otro inmediatamente.
Otra recomendación en el aseo de tu perro tiene que ver con las glándulas anales. Su función principal es lubricar el recto para una mejor deposición. Es importante limpiarlas correctamente para evitar posibles infecciones, inflamaciones, malos olores, entre otros.
Lo más responsable es que la limpieza la haga alguien con experiencia, cada 3 o 4 semanas. Vaciarlas muy seguido también puede traer problemas.
Finalmente, el corte. Verano no debe de ser sinónimo de rapado. Hay muchas personas que creen que cortarle el pelo chiquito a sus perros hará que pasen un verano más fresco o que se les caiga menos el pelo. Falso. Por el contrario, puede provocarles quemaduras a la piel muy serias, especialmente si se les expone al sol con frecuencia.
“Debemos de tener mucho cuidado con los rayos ultravioleta, sobretodo en estos tiempos. Además el pelo sirve como termoregulador del cuerpo y al cortarlo muy chico les estamos quitando ese beneficio natural”, agrega Terrones.
Para WUF es fundamental compartir este tipo de recomendaciones pues parte de nuestra misión es promover una tenencia responsable de nuestras mascotas.
Al ser una asociación sin fines de lucro que promueve la adopción de perros y la tenencia responsable de mascotas, desarrollamos proyectos que contribuyan a la construcción de un mundo mejor para todos los perros. Uno de ellos se llama Club WUF.
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