Cuando se habla de adopción de mascotas muy pocas veces se piensa en los adultos mayores como los candidatos ideales para cuidar a un hijo de ‘cuatro patas’. Lo cierto es que, al adoptar, la población mayor de 65 años no solo estaría salvando una vida sino también beneficiando directamente su salud.
Gracias a un estudio japonés publicado en la revista científica PLOS ONE, en donde se entrevistaron a más de 11 mil personas mayores, se llegó a la conclusión de que “tener un perro parece proteger contra incidentes de discapacidad entre los adultos mayores”.
En ese contexto, conversamos con la veterinaria Daniela Obando, quien considera que las mascotas sí tienen más de una ventaja para los mayores de 65 años.
“Las mascotas brindan un nuevo sentido de vida y responsabilidad a las personas mayores, las cuales generan un vínculo muy fuerte con sus animales. Adicionalmente, mejoran su salud, disminuyen su deterioro cognitivo y les brindan un nuevo sentido de pertenencia”, explica.
Según la especialista, cuidar de un animal modifica de forma positiva la rutina de los dueños. “Las mascotas son como niños pequeños, por lo que generan en sus cuidadores un nuevo nivel de actividad, lo que evita el sedentarismo en las personas mayores”, agrega.
Además, al tener a un animal, los dueños desarrollan relaciones sociales más estrechas, lo que disminuye la probabilidad de tener demencia senil. “Tener un hijo de ‘cuatro patas’ los mantiene activos e, incluso, los incentiva a volverse más sociables”.
Mascotas para la tercera edad
Antes de adoptar es importante tener en cuenta cuál es la cantidad de tiempo que dispone el adulto, así como el espacio con el que cuenta en el hogar y el presupuesto económico que puede destinar para los cuidados del animal.
En ese contexto, Obando recomienda tener en cuenta que los cachorros demandan más responsabilidades y niveles de actividad física. “Algunos pueden ser muy hiperactivos y podrían sobrepasar las capacidades de algunos adultos mayores para sus cuidados”, resalta.
Por ello, recomienda darle una oportunidad a perros que ya están en una etapa adulta. “La gran mayoría tienen un carácter más centrado y no demandan tanta atención”, añade la veterinaria.
Eso sí: hay que recordar que la edad no es un indicador definitivo. “Existen razas que suelen tener altos niveles de energía aún en su etapa de gerontes y algunas razas que, por modificación genética, pueden tener más problemas de salud (aunque felizmente se ve rara vez en una mascota mestiza)”.
Por último y no menos importante, si se va considerar la adopción de una mascota geronte, Obando resalta que su expectativa de vida no es muy grande por lo que la pérdida temprana podría generar un grave impacto emocional en el dueño.
“Para estos casos, es recomendable adoptar otra mascota más joven para que puedan acompañarse y, además, tener en cuenta que el tiempo compartido va a ser limitado pero que la mascota geronte se los va a agradecer con un amor único e inigualable”, recalca.
Encuentra más información sobre tenencia responsable de mascotas en Consultorio WUF. Para sugerirnos temas de tu interés, puedes escribir a malelopez@wuf.pe.