Cocina de domingo
Siempre he sufrido comprando verduras de esas que vienen en atados. Desde que vivo sola, mi reto semanal ha sido acabarme toda la lechuga, la espinaca, la albahaca, el perejil y el brócoli, porque inevitablemente comienzan a secarse hacia el final de la semana. Entonces, el domingo es el día para inventar el almuerzo, abrir la refri, juntar todo lo que quedó y ser creativa.
Hoy vi películas hasta el mediodía y ya casi a las 2 de la tarde, comencé a revisar la refri: dos tomates bastante maduros, menos de medio atado de espinaca a la que le quedaba un día de vida, pasta de gluten, un pedacito de cebolla blanca, seis champiñones que tenían cercana la fecha de expiración, entre otras cositas que pude salvar.
Como no me alcanzaban los tomates para hacer suficiente salsa roja, decidí hacer también un poco de pesto, y como no tenía leche, ensayé un pesto con leche de almendras. No sé si fue el hambre de las 4 de la tarde, pero me supo delicioso todo, así que les comparto la foto de cómo quedó y les copio la receta:
Pesto vegano:
Puse en una sartén una cucharadita de aceite de coco y 1 diente de ajo picado muy finito. Luego, puse la espinaca, un par de hojas de lechuga que andan secándose, sal, pimienta y tres nueces que tenía por ahí. Tapé la sartén por un par de minutos. Finalmente, eché un poco de leche de almendras y puse todo en la licuadora. Nada más.
Salsa roja:
Esta es una salsa de tomate convencional, seguro que ustedes la preparan mejor que yo. Pero les cuento lo que hice con lo que tenía. Puse en una olla una cucharadita de aceite de coco, 1 diente de ajo picado, cebolla blanca en cuadraditos, poro en cuadraditos, un pedacito de zucchini, sal y pimienta. Licué los tomates y los eché en la olla. Le puse orégano y dejé todo por unos veinte minutos.
Champiñones:
Los corté y los puse en una sartén con un poco de poro licuado, romero, tomillo, sal y pimienta. Fin.