“Una monarquía compendia la historia de un país”
Amadeo Martín Rey y Cabieses
Historiador y doctor
Nací en La Coruña, pero desde los 5 meses hasta los 4 años viví
en Miraflores, luego volví a España. Soy profesor de Dinastías
Reales y Monarquía Española. Soy historiador por pasión, mi
trabajo como médico es lo que me ayuda a pagar las cuentas.
Por: Renzo Giner Vásquez (@SebGiner)
Desde el apellido Amadeo Rey parecía destinado a ser un experto en monarquías. A eso debemos añadir que tanto su abuela paterna como su tío materno mantuvieron un estrecho vínculo con la monarquía europea. Hace unas semanas el historiador visitó Lima para ofrecer una charla en la Universidad de Piura sobre la historia de estas casas reales en el Viejo Continente.
— ¿Cuántas monarquías subsisten en Europa?
Reinantes tenemos a España, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Inglaterra, Dinamarca, Suecia, Noruega, Mónaco, Liechtenstein. Además, la monarquía andorrana, el papado –que es una monarquía electiva: el Papa es el rey del Estado Vaticano– y la orden de Malta.
— A pocos se nos ocurre pensar en el Vaticano como una monarquía…
Sí, pero lo es. De hecho, los papas en la antigüedad eran considerados monarcas y su corte la integraban los cardenales. Estos son príncipes de la Iglesia y en el protocolo están al mismo nivel que los príncipes reales.
“Cristian IX de Dinamarca fue llamado el ‘Suegro de Europa’: sus hijas se casaron con muchos monarcas europeos”.
— En su charla habló sobre las relaciones entre las monarquías europeas, ¿cuáles son?
Todos los monarcas actualmente reinantes son familiares, si exceptuamos el principado de Andorra, el papado y la orden de Malta. Pero los demás monarcas son primos entre ellos. Eso se debe a la costumbre que permanecía hasta fines del siglo XIX e inicios del siglo XX de que los monarcas buscaban a otros príncipes para sus hijos. Eso hizo que existieran dos figuras: la reina Victoria de Inglaterra, conocida como la ‘Abuela de Europa’ porque muchos de sus descendientes están en el trono actualmente; y Cristian IX de Dinamarca, considerado el ‘Suegro de Europa’ porque sus hijas se casaron con muchos monarcas europeos.
— La monarquía está rodeada por escándalos también. Como español, ¿qué opina sobre la figura del rey Juan Carlos?
Creo que lo debemos ver con perspectiva histórica. Ha hecho una labor excepcional desde que empezó a reinar hasta casi el final. La labor fue la de conseguir la democracia para España, fomentar un impulso económico enorme para el país y, sobre todo, propiciar que la gente viviera en libertad. Que al final de su reinado haya tenido ciertos problemas no debe distraer la mirada sobre el conjunto de su reinado. A uno no se lo debe juzgar por unos cuantos actos de su vida. El reinado de Juan Carlos es un ejemplo de buen hacer. ¿Si ha tenido errores? Como todos, pero cuando la historia lo juzgue dirá: “Olé, qué buen rey hemos tenido”.
— ¿Su abdicación fue producto de la presión sobre él o algo natural?
Creo que se debió a varios factores: una cuestión de salud, errores o considerados errores por algunos y, sobre todo, una serie de problemas familiares como el de la infanta Cristina. Eso es lo negativo, pero lo positivo es que don Felipe ya estaba suficientemente maduro para el reinado. En el anuncio, Juan Carlos explica lo orgulloso que estaba de él. Otra cuestión es el ejemplo de otras monarquías como la holandesa, lo mismo que el paso al costado de Benedicto XVI. En los últimos años se han producido una serie de abdicaciones que no deberían ser una rareza. Se empieza a ver como algo conveniente.
— A excepción del Reino Unido…
Yo tengo la impresión de que el pobre príncipe de Gales tendrá que esperar porque la reina tiene una salud de hierro y unas ganas tremendas de seguir en el trono. Puede suceder lo mismo que con la reina Victoria, quien murió muy anciana y cuyo hijo Eduardo VII reinó muy mayor y solo duró nueve años.
“Entre las monarquías europeas están los países más avanzados del mundo, por algo será”.
— Hay un sentimiento antimonárquico en varios sectores de Europa. ¿Cuán válida es la figura de la monarquía en estos tiempos?
Creo que la monarquía es una institución histórica que refleja y compendia la historia del país. Eso hace que la representatividad del monarca sea grande. Por otro lado, el monarca tiene la función muy importante de arbitrar. Finalmente está la función de embajador del país y de jefe de las Fuerzas Armadas. Esta última no quiere decir que si se levanta de mal humor un día declarará la guerra.
— El estudio a profundidad de las monarquías debe haberle revelado alguna historia curiosa…
Bueno, hay muchas… No sé… Hay miles. [Piensa] A ver. Cuando el rey Simeón de Bulgaria volvió al trono después de 50 años de exilio le escribió una postal del palacio de Vrana a mi tío, el hermano de mi madre, diciéndole: “Querido Pepe, por fin en casa”. Otra, el rey Miguel I de Rumanía se fue de su país en 1947 –aún gobernaba tras la Segunda Guerra Mundial–, después de negarse a firmar una serie de sentencias de muerte que habían presentado los comunistas. Le dijeron que por negarse se debía ir del país, por no matar a sus conciudadanos decidió irse. Lo malo era que no sabía a qué dedicarse, era piloto del ejército. Así que primero puso unas granjas de pollo y luego se dedicó a vivir como mecánico en una empresa de motores de aviación. La vida de algunos príncipes a veces resulta dura.
— ¿Cómo ve el futuro de las monarquías?
Soy bastante optimista. Algunos dicen que son regímenes anacrónicos y siempre les contesto que si creen que Dinamarca es un país anacrónico o Suecia un país de tercera u Holanda un país subdesarrollado a lo mejor tienen razón. Entre las monarquías europeas están los países más avanzados del mundo, por algo será. Entonces, ¿por qué cambiar algo que sirve? El futuro, tanto de las grandes como de las pequeñas monarquías, creo que será bastante bueno.