Los bastardos son vistos como la fuente de muchos males en el mundo de "Game of Thrones", serie de HBO basada en las novelas de George R.R. Martin. Esta descripción se ajusta a Ramsay Bolton (Iwan Rheon), quien quien desde su aparición en la serie se construyó como un villano que tenía todo lo necesario para ser odiado, pero sin perder carisma. Su opuesto es Jon Snow (Kit Harington), otro bastardo, pero honorable. Lo peor de uno y lo mejor del otro llegó en "The Battle of the Bastards", noveno episodio de la sexta temporada.
A continuación, spoilers.
"Game of Thrones" inició esta semana con lo mejor de su artillería, pues Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) hace lo que todos esperaron desde "Fire and Blood", el final de la primera temporada: liberó a los tres dragones sobre sus enemigos. Los amos caen y ella se deja sentir como el peligro que es. Además, aparecen los dothraki. Por fin algo de acción en ese lado del mundo.
Lo que vino después en el episodio, en Westeros, es lo que se comentó más en redes, pero no se desliga de Meereen. Los cabecillas del ataque a la ciudad son abandonados por sus soldados, quienes no se atreven a pelear por líderes que no los representan, que solo los tratan como esclavos. Recuerden esto: la misma lealtad traicionada que marcó la muerte de dos amos es la que sella el destino de Ramsay Bolton.
En el norte de Westeros, Ramsay Bolton y Jon Snow tienen una pequeña charla. Ramsay intenta ser tan razonable como puede serlo alguien que pone en su estandarte la figura de un hombre desollado: ríndete bastardo; híncate, bastardo; ¿quieres ver a mis perros, bastardo? No han comido en siete días. Jon no acepta los términos de rendición, pero es Sansa Stark quien la tiene clara: "morirá mañana, lord Bolton. Duerma bien".
Sansa, víctima de todo lo terrible que puede ser Ramsay, también aprendió cosas de él. Esta es la Sansa que bajó por las escaleras de The Eyrie en la cuarta temporada con una mirada de decisión. Pero no nos adelantemos.
"The Battle of the Bastards" es un ejemplo donde los diálogos ingeniosos y la acción se combinan. Ningún episodio de batalla en esta serie se ha sentido tan intenso. En "Blackwater" tuvimos la sorpresa de la explosión de fuego valyrio, en "The Watchers on the Wall" la lucha fue pareja y emocional, en "Hardhome", la derrota devastó corazones. El último episodio toma lo mejor de esas otras batallas para mostrar que la serie ha mejorado en narrar con acción.
Cuando Ramsay libera a Rickon para que se encuentre con los suyos, sabemos que algo anda mal. Lord Bolton le lanza flechas de a pocos, pues es un torturador, alguien que no solo hace daño, sino que crea una historia con los silencios y la espera, que te da esperanza y te la quita (pregúntenle a Theon para más detalles). Falla a propósito, vuelve a fallar otras veces hasta que acierta y Rickon ya no existe más.
Con este golpe de efecto, Ramsay empieza como ganador. No solo saca de sus casillas a Jon, también fuerza a sus contrincantes a iniciar la lucha. Él controla desde sus inicios todo lo que ocurre; Jon, Davos y Tormund solo reaccionan. Entonces los arqueros Bolton lanzan sus proyectiles, luego Ramsay ordena el despliegue de la caballería, pide más flechas. El otro bastardo, Jon, se deja el alma en el combate. Mientras Jon mata, Ramsay mira y ordena. El caos reina y por momentos, entre la sangre, parece que vemos el punto débil de los Bolton.
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"Game of Thrones" 6x09. Tráiler. (Video: HBO)
En "Game of Thrones" la impulsividad de Ramsay Bolton lo lleva a lanzar flechas contra su propia gente y sálvese quien pueda. Los números lo ayudan, ¿pero por cuánto tiempo más? Mientras tanto, los cadáveres se acumulan por todo el campo de batalla. Pareciera que hay más gente muerta que viva, un cuerpo sobre otro. Para mala suerte de Jon y su ejército, los muertos se convierten en una muralla.
Pero Ramsay no solo es impulsivo, también es un estratega. Libera a la falange Bolton, su batallón de lanceros con grandes escudos, y atrapa a sus enemigos. La retirada no es posible, pues detrás del muro de cuerpos llega lord Umber.
Aquí empieza el momento más tenso del episodio, donde la victoria parece imposible. Jon no tiene nada que hacer, pues como el resto de sus hombres está entre la espada y la pared (expresión que no podría ser más literal). Se asfixia, ahí pudo haber quedado él, sin posibilidad de atacar o retroceder, carne para la moledora.
Entonces llegan los Arryn.
Como recordarán, Sansa Stark aceptó la oferta de Littlefinger para que los caballeros del valle salven el norte. Ella está con Littlefinger desde lo alto de una colina, mientras el ejército que se mantuvo intacto durante la Guerra de los Cinco Reyes ataca. Sansa mantiene contacto visual con Ramsay Bolton, quien al igual que Jon no tenía idea de que llegarían refuerzos.
Ramsay huye a Winterfell. Está listo para un asedio, pero no para Wun Wun, el gigante héroe que se mantuvo vivo toda la batalla a pesar de las múltiples heridas de flechas y lanzas en su cuerpo. Rompe la puerta de Winterfell en el asedio más corto de toda la serie. El ejército entra, hay poca resistencia.
Con Wun Wun muerto por un flechazo en la cabeza, cortesía de Ramsay, Jon Snow le hace frente. Ramsay confía en su arco, pero no es suficiente para que gane. Jon lo tumba al suelo y le da la que, posiblemente, sea la peor golpiza que ha recibido en su vida. Pero lo peor viene después.
No queda claro cómo Sansa hizo lo que hizo, puede que haya recibido ayuda. El punto es que Ramsay tiene tiempo de decir sus últimas palabras, infames como siempre, antes de que los perros a los que no alimentó por siete días se le acercan. Él piensa que la lealtad de sus animales lo mantendrá con vida, que no se atreverán a comerlo, así como Reek no se atrevió a cortarle el cuello. Pero esos perros no son Reek. Y Ramsay se ve delicioso.
Así cae el mayor villano de "Game of Thrones" hasta hoy. Más que el ejército de Jon Snow, los salvajes o la casa Arryn; fueron sus propios errores los que le costaron la vida al último de los Bolton, quien atado a una silla pasa a ser más Snow que nunca.
PENSAMIENTOS SUELTOS
-Wun Wun, nunca te olvidaremos. :'(
-Sansa tuvo su venganza, la saboreó y, al parecer, le gustó. Si continúa en ese plan, puede que el legado Bolton no muera.
-Es imposible ver el estandarte Stark de nuevo en Winterfell y no alzar los brazos en señal de victoria.
-Davos quiere sangre tras ver el juguete de Shireen entre unos restos calcinados. Pedirá la ejecución de Melisandre, seguro.
-El asedio de Meereen en las novelas es tortuoso, muy extenso, pero interesante. Es una pena que se hayan perdido tantos buenos momentos.
-Si Euron es tan terrible como en las novelas, estamos ante un villano que puede hacerle la competencia a Ramsay Bolton.
-No estoy convencido de que los Greyjoy de Yara aporten mucho a Daenerys.
-¿A alguien le importa qué pasa con los Martell? Después de este episodio, pueden a las Islas de Verano y no volver nunca.
-O el mundo de "Game of Thrones" es tan pequeño que es posible llegar de un lado al otro del mundo en dos episodios o los Greyjoy también conocen la técnica de teletransportación. La misma que usó Littlefinger hace unos episodios.
-Antes de iniciar "The Battle of the Bastards", HBO lanzó el nuevo teaser tráiler de Westworld. La serie promete y al canal le conviene que así sea, pues "Game of Thrones" ya se acaba.
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— TV+ El Comercio (@TVmas_ECpe) 19 de junio de 2016
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