(Foto: Archivo El Comercio)
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Lilia Córdova Tábori

A finales de setiembre de 1993 la noticia corrió como pólvora: Michael Jackson realizaría un concierto el 26 de octubre en el estadio Nacional. Muchos gritaron ¡Milagro! Con el pasar de los días la realidad sería otra.

En ese entonces Michael Jackson tenía 35 años, problemas con las drogas y enfrentaba una acusación de pedofilia. A pesar de ello cuando las empresas Pepsico Internacional y Prodin Perú anunciaron el concierto en Lima, a muy pocos les interesó los problemas y los rumores sobre una estrella atormentada.

Los empresarios aprovecharon que el "Rey del Pop" se presentaría en Brasil, Argentina y Chile para que hiciera una parada en nuestra capital. Los detalles del concierto llenaban las páginas de los diarios y los noticieros. Mientras los boletos para el concierto eran impresos en Suiza, Michael desataba el alboroto en Buenos Aires. En las radios locales sonaba toda su discografía desde cuando era uno de los Jackson 5.

Se habilitaron ocho localidades en el estadio Nacional cuyos precios iban desde S/.45 a S/.320. El IPD cobraría 100 mil dólares por alquilar el José Díaz. Solo con el concierto se recaudaría $ 3´800,000. Además Panamericana Televisión sería la encargada de grabar todos los detalles de su llegada, el concierto y las entrevistas con sus fanáticos. Además emitiría en diferido su presentación.

(Foto: Archivo El Comercio)
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A dos semanas del esperado concierto El Comercio informó: “¡A esperar y no desesperar!” Michael Jackson llegaría en su avión privado el domingo 24 de octubre a las 4:00 p.m. procedente de Chile. Su producción había reservado 220 habitaciones en el Hotel Sheraton. El escenario y los 10 camerinos estaban casi listos. Solo faltaba colocar una alfombra roja en la cancha.

A cinco días del concierto en Lima, Michael Jackson canceló dos de sus tres presentaciones en Santiago de Chile. La empresa productora aseguró que el cantante se presentaría sí o sí el 26 de octubre en el Nacional.

Sin embargo, el 24 de octubre se anunció la suspensión del concierto en Lima. Un desgarre muscular, sufrido en Sao Paulo, provocó esta decisión. Al día siguiente muchos admiradores esperaron en vano a su ídolo en el Grupo Aéreo #8. Corrió el rumor de que había ido al Cusco. Pero el cantante de “Thriller” había partido directo y sin escalas a México. 

De las 60 mil entradas que se imprimieron, solo se vendieron 24 mil. Al cancelarse definitivamente el concierto, los decepcionados fanáticos hicieron largas colas para recoger su dinero en la tienda Hogar.

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