(Foto: Agencia)
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Carlos Batalla

En 1989 empezó su camino en Cannes, en la Primera División francesa con apenas 17 años. Tres años después, en 1992, ese primer equipó oficial descendió. Pasó entonces al Girondins de Burdeos, con el que jugó una final de la UEFA.

Al club Juventus arribó en 1996, tras haber jugado la Eurocopa de Inglaterra de ese año con la camiseta nacional de Francia. Ganador del Balón de Oro en 1998, ese año su carrera llegó a la cúspide con la obtención del Campeonato Mundial que su país organizó. El 2000, en un partido de infarto contra Italia, Francia liderada por “Zizou”, ganó con gol de oro la Eurocopa. Era el 10 francés, el mejor jugador del mundo en ese momento.

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Hacia el Real Madrid

Para Florentino Pérez, presidente del Real Madrid de España, era un desafío tenerlo en sus filas. Lo trajo al club en julio del 2001 y allí vistió la camiseta N° 5. Brilló desde el comienzo. El 2002 consiguió llevarse la copa de la Champions Ligue. Zidane no podía pedir más. Fue campeón mundial y campeón europeo con su país, y con el Real, campeón de la Liga de Campeones. Casi un juego de palabras, pero brutalmente cierto.

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Con el equipo albo, además, jugó 227 partidos oficiales y anotó 49 goles. Fueron seis títulos con los madridistas: una copa de Europa, una copa Intercontinental, una supercopa de Europa, una liga española y dos supercopas de España. Asimismo, con la camiseta francesa jugó 93 encuentros internacionales. “Zizou” dejó el fútbol a los 34 años, en el 2006, tras jugar el famoso partido de la final de la Copa Mundial Alemania 2006, frente a Italia, en la que fue expulsado tras cabecear el pecho del italiano Marco Materazzi.

Aquel penoso hecho fue debidamente tratado en todos los medios. La historia acabó con un ‘mea culpa’ del jugador francés. “No hice bien en golpear a Materazzi. Y no podéis imaginaros cuánto me arrepiento”, sentenció Zidane.

Su vida se vinculó aún más al Real Madrid, cuando aceptó ser asesor del presidente Florentino Pérez, y luego el segundo entrenador del primer equipo y técnico del Castilla. En enero de 2016 aceptó ser el técnico del primer equipo del Real Madrid, cargo que llevó con éxito, incluso con la obtención del Premio The Best al mejor entrenador del 2017.

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Como estratega consiguió para el club que confió en él, tres copas de Europa, dos mundiales de clubes, dos supercopas de Europa, una liga y una supercopa de España. Zidane se mantuvo en el cargo de director técnico del Real Madrid hasta junio del 2018, días antes del inicio del mundial en Rusia.

Una vida secreta, pero digna

En setiembre de 2008, apareció en París una biografía no autorizada de Zinedine Zidane. El título de esta investigación no oficial -pero reveladora- de 420 páginas fue “Una vida secreta”, y su autor, el magrebí Besma Lahouri, nos daba las dos caras del jugador francés: la de estrella del fútbol y eximio deportista, y la del empresario y hombre discreto.

Las manías y los hábitos decían de un sujeto que no resistía más de seis meses con un mismo teléfono celular (móvil) y comía en apartados ‘huariques’ a las afueras de París. Todo por un afán por controlar y cuidar su vida personal y familiar.

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El libro del magrebí describía muchos pasajes oscuros en la vida futbolística de Zidane, como los dopajes que evitó tras ser expulsado en los mundiales de Francia 1998 y Alemania 2006, señalado a partir de una fuente médica de la FIFA.

Lahouri hizo el recuento de todos los productos promocionados por “Zizou”: desde anteojos, teléfonos y seguros, hasta perfumes, autos y, por supuesto, implementos y vestimentas deportivos. Su perfil empresarial lo definía ser dueño de la sociedad Zidane Diffusion y de su propia marca ZZ.

Pero si hay algo que Zidane ha defendido es su vida privada. Escurridizo para los fotógrafos que lo asedian constantemente, cuenta con dos recursos para ganarse un tiempo y espacio para él y los suyos: su servicio de seguridad y su camuflaje para andar por las calles sin ser fastidiado. El francés, aunque parezca sorprendente, no usa tarjeta de crédito, según Lahouri, para quien siendo una persona parca y moderada en sus gastos y lujos, destaca su residencia en Madrid de cinco millones de euros.

Zinedine Zidane es un crack. Un héroe para muchos y un genio endiablado de buen y mal carácter para otros. A nosotros nos toca admirarlo, sin reservas.

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