Hace tres años Bloc Art era una especie de sueño para Brenda Ortiz Clarke. Un sueño nacido de su temprana afición por visitar galerías y museos, y sus ganas de promover el arte local entre conocedores y coleccionistas. Ahora este proyecto de gestión cultural representa a más de 25 artistas peruanos y se alista para participar —entre el 4 y 7 de abril— en Art Lima con cuatro stands, en los que presentará tres muestras individuales (solo shows) y una colectiva.
En un penthouse, ubicado en Miraflores (Malecón de la Marina 530, apt. 9), Ortiz Clarke inaugurará el próximo 5 de abril una muestra colectiva llamada Espacios experimentales.
¿Qué significa Bloc Art? ¿Es una galería de arte virtual, un proyecto de gestión cultural…?
Nace de mi interés por promover el arte local. Yo diría que es una proyección de mí misma. La idea es conectar el talento que existe en el Perú con el público interesado, el consumidor de arte que no es necesariamente un comprador, sino alguien que busca alimentar su alma a través del arte contemporáneo. En el primer año, me enfoqué en estar en el top of mind de los extranjeros que viven en Lima, trabajé con embajadas y organicé eventos alternativos, como cenas con arte, con ocho invitados, en las que, desde el menaje hasta la comida, todo era hecho por artistas. Ahora representamos a 25 artistas peruanos; tenemos un abanico de opciones que van desde maestros como Víctor Delfín hasta artistas autodidactas como Vincenzo Leguía, de quien montamos una exposición hace poco, o un pintor amazónico tan potente como Rember Yahuarcani. También hemos participado en proyectos más institucionales, como el Peruvian Selfie con el Icpna. Yo diría que es una amalgama... De eso se trata, no de ser antisistema, sino de ser una alternativa al circuito.
Te vales mucho de las redes sociales, de internet, para promover el gusto por el arte.
Sí, las redes sociales ayudan mucho para el objetivo de conectar con la gente. Las generaciones anteriores no confían en ellas, pero para mí Facebook, Instagram, una website y una base de datos son herramientas importantísimas para llegar a las personas y fidelizar tu marca.
¿Cómo será tu participación en Art Lima?
Estamos participando con tres solo shows y un book colectivo en la sección Plataformas. Eso me emociona, me da mucha energía. Hay una propuesta interesante por parte de los tres artistas individuales que presentan sus books: Joan Jiménez Entes y los hermanos Santiago y Martín López de Romaña. Son tres artistas muy diferentes, no compiten entre ellos. Entes tiene la esencia del street art, Santiago es un historiador de la memoria de su propia familia, del lugar donde tiene su taller, en La Herradura, y montará una instalación que estoy segura va a impactar. Y Martín presentará un collage de mediano y gran formato. Después, en la colectiva, están Aisha Ascóniga, Luis Miguel Díaz Piccone, Sandra Cano, Daniel Torres Calderón, Claudia Caffarena y Rember Yahuarcani.
En comparación con otros países de América Latina, ¿cómo ves el mercado de arte en el Perú?
Creo que está en proceso de introducción y crecimiento. No hay un coleccionismo como en Colombia o Miami, pero vamos en ese camino. El tener dos ferias (Art Lima y PArC) es muy importante. Recuerdo que el año pasado, el último día de Art Lima, a las seis de la tarde, había una cola de gente que quería comprar sus entradas. Ese es un buen indicador. Todas esas personas no eran a compradoras de obras, sino iban a la feria porque les interesa el arte. Tenemos diferentes agentes: galerías, art dealers, coleccionistas, pero lo que necesitamos es profesionalizar el sistema del arte.
¿A qué te refieres?
Yo tuve una corta experiencia inmobiliaria y en ese mercado existían agentes, una asociación, etc. Recién los curadores se están organizando, eso me parece excelente. Debería existir también una asociación de art dealers, de gente que compra arte, para tener un sistema. Si queremos entrar a los grandes mercados latinoamericanos, eso es importante.