Hemos recibido de Nueva York muestras de la escritura hecha por una curiosísima máquina con la cual no solo se centuplica la velocidad, sino que pueden sacarse muchas copias a la vez.
El señor doctor don Mariano Felipe Paz-Soldán ha recibido [una] y personas que la han visto nos aseguran que es realmente prodigiosa.
Su mecanismo es muy sencillo: consiste en un teclado alfabético, que bajo la presión de la mano hace correr ya impresas las letras que se señalan. Están previstas las necesidades de los espacios y de la extensión de las páginas por medio de resortes ad hoc.
Será muy conveniente generalizar el uso de esta máquina especialmente en nuestras oficinas públicas. Se ahorraría mucho trabajo y tiempo.