De Copa caída
Sí, Jaguares fue superior en todo, empecemos por ahí para encontrar respuestas a la noche negra. Nos jactamos de ser el equipo de más tradición de este país y creo que también nos soplamos los defectos más sonoros de esta sociedad. Alianza cae ante Jaguares en tres minutos y le cuesta su estadía en la Copa. La pesadilla previsible, predecible, es realidad.Somos peruanos, pues. Gozamos de triunfos esporádicos impensados y de fracasos constantes como los de ayer. La decepción de la Sub 20 es la antesala de lo que a equipos como Alianza le suele suceder años después. Dejemos atrás a ‘Zlatan’ y al ‘Zorrito’; justo fueron dos nuevos refuerzos los que cayeron en errores de terror: Christian Ramos y Hernán Peirone.
Cada uno en su posición: Ramos cometió una mano de jugador de barrio y Peirone, en el segundo tiempo, falló un gol ya instalado en la garganta. Pero ni eso alcanza para que yo me haga mala sangre. Yo me enfado porque se comprobó la mejor preparación física del rival mexicano, su poder de anticipación, su cultura estratégica de anticipación y su agrupamiento contra un equipo grone que solo significó unión de voluntades sin nada de libreto.
Ahí es donde Costas no tiene ya nada qué hacer. Con más de dos años en el equipo habría ya tenido que combatir las carencias de formación de los futbolistas del equipo para que no signifiquen desventajas en una Copa Libertadores. Pero nada. Jaguares tuvo más físico, mejor concentración, más entrega y encima, suerte: anotó dos goles sobre el final del primer tiempo que hasta ese momento no mereció, pero que al final, hechas las sumas y las restas del partido, fue poco para la gran táctica del superior equipo mexicano.
Los nuevos
Es irresponsable juzgar a un futbolista por una sola actuación. Solo diré que ayer Hernán Peirone dejó mucho que desear a pesar de que –quizá- pueda ser un hombre útil en el resto de la temporada. Ramos se dejó ganar por eso que recién ayer aprendió a conocer: jugar en un grande de verdad y se apresuró en cometer una mano que en Cristal o San Martín nadie le habría dicho que extienda. Esto es Alianza y acá la presión hierve desde el minuto cero.
Viza: lo clásico. Chiquitas, pero cero profundidad. Y algo que me llamó la atención desde la TV; el subido peso de Édgar González y Henry Quinteros ¿O la camiseta Nike es retro y tan pegadita?
Con la mano en el corazón no hay mucho análisis que hacer. Alianza tiene un equipo para competir internamente, pero no para salir en Fox Sports. Ir a Chiapas a meter 3 goles es una utopía y mentira que acá no pienso ofrecerles. Y de esto –seguramente- decantan otros temas y personajes a los cuales atacar. También hay espacio para eso a continuación.
La fama de Pocho Alarcón
Creo que en semanas cruciales para la economía de nuestro club –redundando, Alianza Lima- cada insulto al presidente, cada llamado de ladrón, corrupto o sinvergüenza es un despropósito cuando se está negociando la posibilidad de tener otros sponsors que signifiquen un mayor presupuesto para el equipo (anoche el pecho estuvo vacío). Nos salva ser Alianza, un nombre rico en historia y un atractivo para cualquier empresa que desea tener la mejor vitrina para su producto, pero si fuera por las acusaciones que recibe la directiva, nadie metería plata en Matute “¿Cómo voy a invertir en unos tipos que se meten todo al bolsillo?”, tendría que ser la lógica de cada potencial patrocinador.
Que si después las cuentas no son claras y hay otros indicios que merezcan ser investigados, pues son los socios a los primeros que les corresponde velar por la institución, separar, castigar y someter al vejamen público al mal elemento. Pero hay momentos y momentos.
He tenido la oportunidad de conversar con el renunciante directivo Tito Ordóñez, otrora brazo derecho de Pocho Alarcón y me ofreció opiniones valiosas en una entrevista, más ninguna denuncia concreta; es más, se midió en cada palabra mientras la grabadora estuvo prendida y a mí, periodísticamente, me decepcionó la nota que publiqué en Deporte Total porque consideré –según la pre entrevista que tuve con él- que podía ser bastante más rica en información. Si Ordóñez, que dice estar indignado con el proceder del presidente, no tiene nada a la mano y solo desea opinar más no denunciar ¿Quién podría? ¡Quién!
Ahora sí tengo que pedir disculpas a los lectores que, con razón, se enfadan cuando dejo de postear un par de semanas. Me encuentro en Arequipa cubriendo la decepcionante campaña del Sub 20. Pero esto es Copa y desde cualquier lugar del mundo voy a estar con el equipo de mis amores y –humildemente- ofreciendo mi opinión.
Alianza está virtualmente fuera de la Copa y comentemos desde ahí. La amargura nos conduce a lanzar insultos y cualquiera tiene derecho. Sensatez es lo que les pido y un par de minutos antes de sentenciar. ¿Hay que refundar Alianza? ¿Hasta cuándo se dejará afuera de la contabilidad al activo más importante del club que es su hinchada? ¿Estamos eliminados?
Esto es copa.