Que Costas renuncie
Y no es por ira esta solicitud. No es por la eliminación copera que resultaba lógica más allá de los detalles de su realización. No es por sus limitaciones como técnico y que cualquiera de sus colegas podría tener; es por su involución como conductor de un grupo en el que ya no todos le creen.Y sé que no se va a ir Gustavo Costas y lo lamento más allá de que toda la vida tuve una buena relación con él, relación que no fue más allá de lo que es ser un periodista y el técnico del equipo más popular del país; función que sí trasgredió Gustavo en su condición de volverse peligrosamente amigo demasiado cercano del cuestionado presidente Guillermo Alarcón.
Los resultados ante Jaguares son una consecuencia –involuntaria tal vez- de las distracciones de los jugadores al trabajar en un equipo donde las cosas son sospechosas y donde hay que vivir agazapado para salvarse del tiroteo de unos contra otros. La poca transparencia en el club se refleja en el fútbol del equipo y así no hay progreso posible.
Y no es que Peirone sea un paquete o que a Ramos le esté quedando grande la camiseta, se trata de que Costas ya cumplió su ciclo, ya acertó en lo que podía y ya se equivocó hasta donde el crédito de un entrenador puede llegar. Si quiere reconocimiento aquí se lo damos: reconstruyó un equipo que en el 2008 casi desciende y que había que sacarlo de los escombros. Para eso es bueno, para devolverle la confianza a un jugador o para generar compromiso de trabajo; ojo, hablando de la mejor versión del Gustavo Costas que sabe llegar al futbolista y que logra credibilidad en su plantel. Eso cuando estuvo a full en su trabajo de técnico sin contaminarse con ambiciones de ocasionales protagonistas de la dirigencia.
Y consiguió una Copa Libertadores muy aceptable en el 2010 y lamentablemente hizo mal uso del amplio crédito que se le otorgó por esa situación. A partir de ahí me es claro que se inició su alejamiento del grupo para tomar un poder inusual en el club que le restó color a su mayor virtud que es ser un técnico motivador y carismático hasta con la hinchada. Hoy Costas del 2011 es lo contrario al Costas del 2010 y por eso pido que renuncie, porque de lo poco o mucho –según sea la apreciación- positivo que alguna vez le aportó a la institución ahora no queda nada.
En lo estrictamente futbolístico, Costas no consiguió la consolidación de un equipo que pintaba interesante el año pasado. No existe el llamado proceso a largo plazo porque apenas aparecieron jugadores en buen nivel fueron vendidos y suplantados por otros de poca monta con su aval y visto bueno para el abrazo con Pocho. Y tras dos años en Matute, Alianza solo ha tenido esporádicos momentos de fútbol atractivo y efectivo. Las carencias técnicas y estratégicas siguieron instaladas y esta vez no hubo forma de competir contra un equipo mexicano de rendimiento promedio. Ni siquiera nos acercamos al arco rival con jugadores nuevos y antiguos. Es una decepción que Alianza no pueda acercarse al juego emocionante que su historia le exige.
Y reitero que no es desagradecimiento: la versión inmaculada de Costas es el técnico idóneo para Alianza. El de hoy termina por ser nocivo para su desarrollo. Y esto es solo un detalle (importante) de todo lo que Alianza debe refundar para ser al fin una institución moderna.
Yo les pregunto ¿es demasiado riesgo cambiar ahora de entrenador?

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