Otra vez la fea cara del "maleteo" en la escena peruana
La historia del metal peruano (y en realidad de cualquier campo de la cultura de nuestro país) está plagada de relatos de ataques traicioneros, maledicencias, injurias, deslealtades y eventos de toda laya que caben dentro del término criollo “maleteo”. Se trata de ataques generalmente anónimos cuya intención central parece ser incomodar, desprestigiar o incluso destruir algo que esté teniendo algún género de éxito. Los actos van desde comentarios en foros hasta sabotear la consola en las presentaciones de algunas bandas, pasando por desprestigiar a diferentes miembros de la escena, por ejemplo a promotores o bandas, difundiendo infundios, medias verdades, interpretaciones sesgadas o simples y vulgares mentiras.
Lamentablemente este mal hábito sigue practicándose hoy en día y está amplificado por las redes. Una muestra de esto es la reciente difusión de ciertos avisos promocionales apócrifos que pretendían señalar dos carteles de bandas para el Lima Metal Fest 2017, en el que aparecían varias agrupaciones de connotado relieve en el metal mundial pero cuya sola concentración en un solo evento en Perú convertía la propuesta en inverosímil y hasta absurda. La intención es evidente, se trata de burlarse del Metal Fest y a la vez de generar una expectativa falsa entre las personas que derive en la desconfianza hacia el evento, tanto por parte del público como por parte de bandas en el extranjero. Como el cartel verdadero finalmente no podría (al menos por ahora) contener semejante cantidad y nivel de bandas (aparecen Sodom, Kreator, Unleashed, Destruction, Incantation, Deicide, etc) también se pretende inducir al ridículo al verdadero cartel cuando este finalmente exista, dentro de unos meses.
Es evidente que el éxito, de espíritu quijotesco, del Lima Metal Fest, obra de Thrashirts, Luis Saenz, su equipo y amigos despierta torpes resistencias y envidias que en nada favorecen al metal peruano. Esta clase de actos son contraproducentes por varias razones. En primer lugar, obstaculizan innecesariamente la labor de quienes quieren realizar bien su trabajo; en segundo lugar, socava la confianza de la comunidad headbanger local en sus eventos ya que alienta rencillas inmaduras e inútiles; en tercer lugar, vicia la función crítica de quienes opinamos y reflexionamos sobre el metal pues, como todos están sensibles ante cualquier comentario negativo, si se manifiesta algún desacuerdo válido, crítica sustentada o incluso comentario descalificador con base inmediatamente es visto esto como parte del maleteo y una falta de apoyo a la escena.
Headbangers no es partidario de la infantil idea de que en el metal todos debemos estar unidos y amarnos como hermanos sin criticarnos nada. Esa actitud sería estéril. Podemos estar en desacuerdo, mantener polémicas, incluso irreconciliables, pero a través de la argumentación válida y sólida, la honestidad intelectual y el conocimiento empírico del metal local e internacional. No mediante actitudes caprichosas y absurdas.
Desde acá instamos a los miembros de la escena metal local: público, organizadores, bandas, prensa, etc. a mantener una posición honesta y leal frente a cualquier evento o producción metálica de nuestro contexto sin caer en la descalificación arbitraria, en la envidia grosera que no lleva a ninguna parte ni tampoco, por cierto, en la adulación interesada ni en la alabanza acrítica. Si hay razones para descalificar algo, que se haga en público y con nombre. No es de verdaderos metaleros lanzar una piedra y esconder la mano como un vulgar vándalo de esquina fanático del reggaetón. Si algo les molesta expongan sus razones, si no las tienen, cállense y no molesten. De repente encuentran algo constructivo para hacer.
Pdta: Este post lo hago a título personal y no a sueldo de Thrashirts. Me gusta el festival, su perspectiva y quiero que siga y mejore.