Recordando a Rodolfo Valentino, el ídolo del cine mudo
Las estrellas de Hollywood siempre han llamado la atención del público tanto por su talento como por sus escándalos fuera de los escenarios. Uno de los primeros fue Rodolfo Valentino, actor de origen franco-italiano que ganó gran popularidad en los inicios de la industria fílmica instalada en Los Ángeles, California.
Considerado el primer galán del cine mudo, Rodolfo Valentino nació el 6 de mayo de 1895 en Castellaneta, Italia. Tras gastar todos los ahorros en París -donde fue enviado por su madre- el intrépido joven enrumbó hacia Nueva York, con la ayuda económica de algunos familiares.
Según los entendidos, el primer trabajo que desempeñó fue en un café como “taxi dancer” (las mujeres podían bailar con él por diez centavos de dólar). Pasó poco tiempo para que una mujer casada de la clase alta se fijara en él, Blanca de Saulles, quien mató a su esposo en un confuso incidente. El hecho causó un enorme escándalo, forzando el exilio de Valentino hacia el otro lado de Estados Unidos.
Instalado en Hollywood y siempre bajo la atenta mirada de su “padrino”, Frank Mennillo, el novel actor empieza a participar en algunas películas como extra. Muchas veces se le asigna roles de villano o fortachón debido a su exótico aspecto y atlética contextura. Se casa con la actriz Jean Acker, quien lo acepta sólo por mantener su carrera, pues era lesbiana y amante de la otrora luminaria Alla Nazimova.
La gran oportunidad de Valentino llega con la cinta “The Four Horsemen of the Apocalypse” (1921), donde interpreta a Julio Desnoyers, un seductor experto en el baile del tango. Ese mismo año, encarna el rol que lo catapulta a la fama internacional, Sheik Ahmed Ben Hassan en “The Sheik” o “El Caíd”, como se tituló en las salas de habla hispana.
Luego del divorcio, contrae nupcias en México con Natacha Rambova, una diseñadora de vestuarios y guionista de la meca del cine. Es acusado de bigamia al regresar a Los Ángeles. El estudio donde trabaja lo ayuda a salir de prisión pero a cambio le pide un descuento de salario, hecho que lo enfurece. La suerte no le favorece y tras varias películas sin éxito se divorcia de Rambova.
Parece retomar el fama con los largometrajes “The Eagle” (1925) y la secuela “The Sheik’s Son” (1926). Sin embargo, es víctima de una úlcera que lo lleva a ser trasladado a un hospital en Nueva York. A pesar de los esfuerzos por salvarle la vida, fallece debido a una peritonitis, el 23 de agosto de 1926. Su muerte causa un revuelo inusitado para el público de la época.
(Iván Gonzales Geldres)