Ese torneo futbolero nuestro de cada día...
¿Cuánto falta para que comience el torneo local 2017? Un par de semanas, ¿no? Es curioso porque nunca como en este año, ya en pleno enero, las bases del campeonato no están listas aún, en Videna las acaban de devolver. Hay una propuesta de la ADFP –sí, esa entidad que hace unos torneos más complicados que la tabla periódica mirada al revés -, pero que en la FPF no termina de convencer.
Bueno, seamos justos con los de la Asociación que en la mayoría de los casos (hago la excepción con Enrique de la Rosa y un par más) muy iluminados no son, pero también hay que reconocerles que es complicado armar un torneo con la serie de variables que se deben respetar aquí y que lo convierte así en único e irrepetible ante el mundo: hay que cumplir con los clubes, con la Agremiación, con la televisión, con la Federación y, claro, ante eso solo puede salir lo que vemos todos los años. Si en España nadie tiene que salir a explicar cómo se juega la Liga, acá necesitas un expositor de media hora para descifrar, ayudado por un ‘power point’, semejante jeroglífico.
Para este 2017, la ADFP planteó inicialmente una temporada con Torneo de Verano, Apertura, Clausura, semifinales, Bolsa de Minutos y acumulado. Todo eso en un solo paquete aderezado con la exigencia de la FPF de los tres extranjeros en cancha. Es decir, nuestro campeonato cada año es como esas hamburguesas de carrito que por 3 soles te ponen en el pan no solo el embutido sino lechuga, tomate, queso, huevo, papitas al hilo y, de yapa, todas las cremas. Y si le dices al que atiende que si por un sol te puede poner plátano frito encima, te dice: “Claro ‘causa’, habla, ¿vas?”. Tenemos así sencillamente una patada al estómago. Como cuando te cuentan que el segundo, o el tercero, o el cuarto del acumulado puede ser campeón así no haya ganado ninguno de los tres torneos en el año. Bueno, eso último, fue una idea peregrina de la Asociación, felizmente descartada, en esta oportunidad, por la FPF.
El sistema
Pero resignémonos, estamos marcados por el destino -creo ya que eternamente- para disfrutar torneos donde la distancia más corta entre dos puntos es la curva. Porque no nos merecemos un certamen tipo Calcio o la Premier, no, no, para nada (me refiero al modo de jugarlo, no rompan su computadora). Y es que los ‘especialistas’ que diseñan en Javier Prado estos campeonatos nuestros tan inéditos, saben que el sistema de desarrollo no importa, que la gente igual ‘compra’ lo que le pongan al frente, pues lo que vale son las camisetas que lo disputan. Entienden que así fuera un campeonato ‘relámpago’ por semana, los hinchas lo siguen igual.
Es como el mundial con 48 equipos, mientras estén Brasil, Argentina, Alemania, España, etc, cualquier cosa funcionará, así sea confección de grupos por orden alfabético y definición de empates al ‘yankempó’ o con penales de taquito. Y los de Fifa luego dirán: “Pese a las críticas de algunos, el torneo fue un éxito”. Esto de acá es igualito: Si se les ocurre que el penúltimo juegue la semifinal con el segundo, y va gente a ver semejante cosa, ellos te dirán que “eso va”. Porque funciona, pues. La pregunta es: ¿Por qué en la ADFP si sus torneos son tan geniales, taquilleros y exitosos, cada año hacen uno nuevo?
Los de afuera
En fin, este año se reducen a tres los extranjeros en cancha según la norma, pero aún sin empezar la liga, ya le sacaron la vuelta a eso, un récord. Porque en la ‘U’ ‘el cuarto extranjero’ ahora es Vargas, en Melgar Ascues, en Cristal, Sánchez, en Alianza posiblemente Reyna o Bulos ya que no lo fue Farfán. Listo, facilito nomás.
Y para el otro año, porque eso demora, serán los nacionalizados que ya empezarán su trámite ahorita a fin de no ocupar cupo. La lógica de la FPF es: “A menos extranjeros, más juveniles”. La pregunta es: ¿en qué parte de la ecuación lo primero obliga a lo segundo? Ahí tienen la respuesta de los clubes. Un poco más y traen a Pizarro también.
La Bolsita
También, se exige ahora 4 mil minutos de ‘Bolsa’. Encima que tenemos un campeonato distorsionado por los recovecos armados para que en vez de ser 30 fechas como cualquier campeonato promedio de 16 equipos (Y un paralelo tipo Copa del Rey para mitades de semana), tengamos más bien 44, a eso sumamos que se debe poner ‘chicos’ a la fuerza. Aquí sí a los de la FPF no los acompaño. Si el mismo Ahmed dice que este Sub 20 puede clasificar al mundial solo ‘de casualidad’, que “los verdaderos frutos se verán en tres años”, ¿qué sentido tiene colocar ‘a la prepo’ juveniles mal formados? Porque nadie tiene duda que son producto de la ‘Era Burga’, la de…. ¿meciendo? … ¿cómo era?, ah sí… ‘Creciendo con el Fútbol’, ¿verdad? Y si hay algunos buenos, 2, 3, 4 quizá, esos van a jugar igual, sin norma que lo obligue, porque los entrenadores no son tontos.
Yo podría avalar inclusive esa exigencia de 4 mil minutos de Bolsa pasados los tres años que pide Ahmed para ver su trabajo. Bueno, ya, para que muestre su obra, qué importa, vamos con eso. ¿Pero ahora? Nos engañamos, porque luego nuestros equipos juegan torneos internacionales y van a poner a otros futbolistas. No se pone por convicción sino por obligación. Y todo lo forzado, no funciona y dura poco.
Un despropósito no consumado
Eso sí, la FPF decidió revocar su idea de bonificar la tabla de posiciones de Primera con puntos a los ganadores de los campeonatos Sub 15 y Sub 17. Lo mejor que hicieron. Era un despropósito convertir los torneos formativos en escenarios donde iba a primar el: “oe, hay que meter”, “tírate, pide camilla que estamos ganando” o “métele su chiquita”. En esos eventos, el resultado debe importar poco y no debe estar condicionado por los ‘ajos y cebollas”. Por último. ¿Una final de dos partidos sin diferencia de goles para que haya un tercero casi por obligación? Si la idea era forzar tres partidos porque da más dinero, pudieron ser más sinceros y estipular que es campeón el que primero haga cinco puntos o más en una serie de tres encuentros, y sino penales tras el tercer partido. Listo. Más decentes quedaban. Claro, si no hacen una de esas gracias, el torneo podría ser marroquí o finlandés.
Pero no peruano….