Los Amigos Invisibles presentan el videoclip de su nuevo single, Dame el Mambo [Entrevista]
A mediados de los años noventa, Los Amigos Invisibles fueron introducidos desde Venezuela al ruedo discográfico mundial gracias al sello Luaka Bop, de propiedad del emblemático músico David Byrne. El fundador de los Talking Heads había encontrado una de las veinte copias que dejaron los latinoamericanos en una discotienda de Nueva York, los escuchó y decidió ficharlos.
Han pasado dos décadas de eso y la banda venezolana siempre aprovechó tal impulso. Con ocho álbumes de estudio a cuestas, ahora se preparan para lanzar su nuevo disco, El Paradise, que estará disponible a partir de febrero del 2017 y del cual ya hemos podido escuchar el primer adelanto titulado “Dame el Mambo”. En estreno para Perú, presentamos el videoclip de esta canción, aunque antes de ello conversamos con José Rafael Torres ‘El Catire’, bajista de la agrupación, sobre lo que representa este reciente material para ellos.
¿Ha sido sencillo concretar este nuevo material, El Paradise?
José: Ha sido un proceso, diría yo, casi de goteo casi. Esto, porque el sencillo “Dame el Mambo” salió hace como un mes y un par de semanas atrás publicamos el EP Vol. 1 con los remixes del tema. En las semanas siguientes saldrá el Vol. 2. Es una campaña que hemos iniciado hasta que el disco salga en febrero del 2017. Estaremos con el mambo hasta entonces [risas].
¿En qué momento los encuentra este disco tras dos décadas de carrera?
J: Para empezar, pienso que este es un álbum que no tiene ninguna pretensión, pero sí el espíritu de lo que hemos sido, la esencia, los géneros, el baile, la diversión. Aunque que no pretende nada. Si acaso tiene una pretensión esta es que volvamos a hacer las paces con nuestros seguidores, quienes están a la expectativa después de que dos miembros de la banda se fueran. Nosotros queremos seguir haciendo música y no hay de otra. Confío en que la basta mayoría de nuestros seguidores nos dará el visto bueno porque es un disco que suena muy bien; las canciones están buenas. Tuvimos 30 demos en cola, de los cuales escogimos solo 11 canciones. ¿Dónde nos encuentra El Paradise? En una situación muy a la expectativa de qué es lo que vamos a lanzar a la calle y también, emocionalmente, satisfechos de lo que hemos logrado. Si la gente lo acepta, bien; sino, ni modo.
¿Les costó superar la salida de los dos integrantes en el 2014?
J: La verdad es que cada cabeza es un mundo. Manuel y Julio sí comentan que llegaron a un momento de encrucijada. Nosotros, desde siempre, hemos tratado de ser lo más organizados posibles y siempre hemos dicho que quien quiere irse de la banda, que nos avise con seis meses de anticipación para encontrar un suplente. De alguna manera, teníamos entendido de que no había problema si alguno decidiera irse. Tener a la banda unida es difícil, a menos que seas los Rolling Stones [risas].
Entonces, no los tomó por sorpresa…
J: Sí teníamos preparado el terreno por si alguien salía. Esto no quiere decir que no iba a ser difícil, sino que iba a ser algo natural. El problema es que, en este caso, salieron dos al mismo tiempo y esa fue una situación que ninguno de nosotros anticipó. Lo que más nos pegó fue eso, que se fueran dos. Nos preguntábamos: “¿qué van a hacer los fanáticos cuando salgamos solo los cuatro al escenario?”. No obstante, la sorpresa, a pesar de algunos comentarios en redes, fue que la performance en vivo no se afectó porque conseguimos músicos muy talentosos de reemplazo, quienes que están dando la talla. La gente más bien sigue yendo a los shows y sigue comprando nuestros tickets. Eso ha sido increíble. No pensamos sucedería.
Ahora, entiendo que la gira para promocionar El Paradise empezará en México.
J: Sí, aunque básicamente Los Amigos comenzamos la gira en 1998 [risas]. Sucede que cada vez que sacamos discos los adaptamos a los shows. Durante el 2017, la tanda de conciertos será en torno al concepto de El Paradise, pero nuestro setlist no contendrá únicamente canciones nuevas, sino también los clásicos de siempre. La novedad será que jugaremos con el arte del disco y de “Dame el Mambo”, que incluye luces negras y de neón. Todo ese experimento visual empezará el 14 de diciembre en México.
¿La gira los traerá al Perú el próximo año?
J: Yo esperaría que sí. Hemos ido a Lima durante los dos últimos años, cuando antes íbamos con una diferencia de tres o cuatro años. Siempre está súper bien ir para allá y yo me imaginaría que al 2017 la gente no se ha cansado de Los Amigos Invisibles y podremos ir otra vez.
¿Cómo es los trata Venezuela? ¿Es posible vender una gran cantidad de discos allí tras toda la situación política que se vive?
J: Es un poco triste hablar de ello. La verdad es que la industria de la música desapareció en Venezuela; y lo que queda, que son los promotores encargados de hacer shows, es cada vez menor. A tal punto, que Los Amigos Invisibles tocamos el viernes pasado en Caracas, pero teníamos año y medio que no tocábamos. Podemos decir que hemos tocado más en Lima que en Caracas en los últimos meses. Eso es doloroso. En términos generales, las bandas no están tocando, tocan muy poco, y son escasos los promotores que se arriesgan a hacer shows. ¿Los discos? Son una especie en extinción en mi país, si es que no se extinguieron por completo. Aquí no hay pretensión de vender, sino de tocar una vez al año al menos.
¿Crees que es posible que, con la situación que narras, sea imposible que un David Byrne pueda encontrar el material de una banda venezolana en una discotienda de Nueva York, tal como les sucedió a ustedes?
J: Ufff… a ver. A pesar de lo que te dije, hay muchos artistas en Venezuela. Pese a que la gente no tiende donde tocar y no se puede hacer dinero con la música, hay más artistas que nunca. ¿Cómo? Pues, es que hoy en día es mucho más fácil hacer un disco y la condición de artista no depende de que haya crisis o no. Por ejemplo, por Twitter sigo una cuenta de lanzamientos de discos en Venezuela -obviamente, digitales- y digo: “¡Dios mio, qué es esto!”. En una semana, se lanzan al menos dos discos. Obviamente, no sé quién coño los compra, seguramente la familia, porque no tienen difusión, pero de que hay artistas haciendo cosas interesantes, los hay. Así que lo de David Byrne podría suceder, pero tenemos que entender que a nosotros nos pasó porque en los años 90 industria mundial de la música estaba en un pico y un artista como David Byrne podía darse el lujo de tener una disquera y firmar gente. Eso ya no está pasando. Y va más allá de la crisis de Venezuela, es parte de la crisis discográfica global, que poco a poco se está recuperando porque hizo las paces con la tecnología digital. Creo que es posible que la industria retome la fuerza, pero no pronto. En algún momento, entonces, la disquera de un artista tan interesante como Byrne, irá de nuevo por el mundo firmando bandas latinoamericanas y emergentes como la nuestra.
► Mira el nuevo videoclip de Los Amigos Invisibles aquí: