Con una operación se corrige la pérdida del tímpano y se recupera la audición
Entre las informaciones del atentado perpetrado en Colombia contra Fernando Londoño, ex ministro del Interior y de Justicia de ese país, se supo que a causa del estallido de una bomba adherida a su automóvil sufrió -entre otras serias lesiones- la perforación de los tímpanos. ¿Eso quiere decir que quedó sordo? Aunque el tímpano es un elemento importante para la audición, su pérdida no es necesariamente un sinónimo de sordera. Mediante una operación se puede colocar un injerto para reemplazar la membrana y recuperar las condiciones del paciente.
“El tímpano es una membrana ubicada en el límite del oído externo con el oído medio y que está íntimamente ligada a la cadena de huesecillos. Su función es de vibración y transmisión del sonido hacia esta cadena”, explicó a El Comercio el doctor Roger Hoyle, especialista jefe del Departamento de Cirugía de Cabeza y Cuello del hospital Edgardo Rebagliati.
El experto agrega que ese órgano puede sufrir perforaciones debido a infecciones -lo que normalmente ocurre en niños- o, como en el caso del ex ministro colombiano, a traumas acústicos que sobrepasan los 85 decibeles, el límite máximo admisible por el oído humano.
SIN SORDERA
Cuando se presenta una ruptura de tímpano traumática, “la persona afectada presenta una disminución momentánea de la audición (hipoacusia), un zumbido de oídos e, incluso, hasta podría sufrir una infección”, detalló el doctor Félix Cordero, otorrinolaringólogo del hospital Arzobispo Loayza.
Ambos especialistas coinciden en recomendar que, inmediatamente después de ocurrido el trauma, se realice una evaluación al paciente. Esta incluye una audiometría, para determinar cuánta pérdida de audición existe; y una timpanometría, para medir la capacidad de presión y resistencia del oído medio. “Esta evaluación debe complementarse con un tratamiento a base de antibióticos para evitar posibles infecciones”, agregó el doctor Cordero.
Hoyle sugiere esperar un mes luego del accidente para ver la regeneración del tímpano. En ese período de tiempo el paciente debe evitar resfríos y exponerse a ruidos molestos, así como no manipularse el oído ni permitir el ingreso de agua en la zona, explica el doctor Cordero.
Si el tejido no se regenera, se recurre a una operación llamada timpanoplastía. Esta consiste en reconstruir el tímpano perdido con un injerto que se coloca para cubrir la perforación. “Para fabricar el injerto se toma tejido del cartílago de la concha auricular, ubicado en el pabellón auricular, o del músculo temporal que se encuentra en la cabeza por encima del oído”, detalló Hoyle.
Cordero indicó que la recuperación de esta operación toma alrededor de tres meses. “En ese tiempo el injerto del tímpano debe prender bien y se podrán ver resultados favorables. Sin embargo, la cicatrización completa es de un año”, refirió.
Alternativas para casos extremos
Para quienes no han podido superar quirúrgicamente su problema de hipoacusia, existe la alternativa del uso de dispositivos especiales que mejoran la audición. Estos audífonos varían en su diseño, dependiendo de la circunstancia: pueden ser retroauriculares, intraauriculares e intracanales.
Hay algunos casos en los que se presentan mayores complicaciones, pero que también cuentan con alguna solución médica. Cuando nos exponemos a ruidos muy intensos durante mucho tiempo, corremos el riesgo de romper la cadena de huesecillos (cadena oticular) del oído medio. La solución es una oticuloplastía para reconstruir los huesecillos.
La hipoacusia neurosensorial es otra condición complicada. Esta se origina por problemas en el oído interno del paciente. Se diagnostica cuando las pequeñas terminales nerviosas que transmiten el sonido a través del oído están lesionadas, enfermas, no trabajan apropiadamente o están muertas.
En los casos de hipoacusia neurosensorial profunda bilateral, los implantes cocleares son la única alternativa. A través de esta intervención se coloca un dispositivo electrónico en el oído interno que es activado por otro colocado fuera del oído. Sus electrodos se colocan dentro de la coclea, el implante estimula al nervio auditivo directamente, logrando que el paciente reciba el sonido.
No cualquier paciente puede someterse a este procedimiento, por lo que el especialista es quien debe efectuar una evaluación.