Copa América y Eurocopa. La oportunidad perdida para la TV local
El 2016 es un año raro, deportivamente hablando. Y no me refiero al reciente triunfo de Perú ante Brasil. Sino a que este mes tenemos deporte casi a diario, con la Eurocopa por la mañana, la Copa América por la tarde/noche, y los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina. Sin embargo, cuando el aficionado debería ser el principal beneficiado, en realidad queda sufriendo por las decisiones de los dueños de los derechos que prefieren una transmisión al estilo preinternet, dejando de lado todas las posibilidades tecnológicas que hoy tienen a la mano.
Quiero ir por partes, para que no se me malinterprete. Desde la aparición de Internet –básicamente desde mediados de la primera década de este siglo cuando las web 2.0 explota y el usuario obtiene una relevancia que antes no tenía- la relación entre los medios de comunicación tradicionales con la audiencia ha cambiado totalmente.
Para hacerla corta: el medio ya no es quien impone cuándo, cómo y a dónde debe ir el público para informarse; ahora es el medio de comunicación el que debe adecuarse a las costumbres y usos de la nueva audiencia.
Probablemente te ha pasado que quisiste ver alguno de los partidos “menores” de la Copa América (ojo, menores en el sentido de que no eran partidos de Perú ni de los favoritos) y no tenías dónde verlo en señal abierta. Cambiaste al canal que anunciaba con bombos y platillos tener los derechos de transmisión, pero… en lugar del partido una novela, una serie o uno de los realities de competencia.
Pero no solo pasó con la Copa América. Ahora está pasando con la Eurocopa. Ver alguno de los partidos “menos vendedores” en señal abierta es muy complicado. El medio de comunicación te obliga a buscar cuáles son los partidos que han decidido transmitir en vivo y cuáles se transmitirán en diferido, pasada la medianoche.
Yo entiendo que el medio de comunicación tiene sus estrategias, tiene programas con publicidad vendida y que tienen (quizás) mejor sintonía que un partido de fútbol entre dos equipos no muy populares. ¿Es que no se puede hacer nada más?
Sí. Y usando la tecnología. Tecnología que ya tienen. ¿Se acuerdan hace algunos años, allá por el 2009? El gobierno de ese entonces decidió que el país adoptara el sistema japonés con modificaciones brasileñas. Desde ese momento todos los canales de televisión abierta empezaron sus respectivos procesos para adoptar la nueva tecnología. En este momento, varios canales de señal abierta ya tienen uno, dos y hasta tres señales digitales funcionando.
Entonces…
¿Qué tal si los canales de TV abierta que tienen los derechos de retransmisión de la Copa América y de la Eurocopa usan sus señales digitales en HD para pasar en vivo los partidos y no perjudicar así sus programaciones normales?
¡Claro! De esa manera creo que podrían lograr dos cosas muy importantes: primero, darle el empujón que necesita la adopción de receptores con sintonizador incorporado, por lo menos en Lima, donde el apagón analógico está programado para el cuarto trimestre del 2020 (y además la posibilidad de que se puedan ver los partidos en HD).
La segunda, la posibilidad de que los canales de televisión empiecen a comercializar las señales que tienen disponibles, con contenido exclusivo y la posibilidad de innovar en un espacio aún inexplorado. Hasta el momento, estas señales adicionales solo se usan para pasar la misma programación del canal “principal. Hay que recordar que hay un tercer canal de TV abierta que tiene los derechos de retransmisión de los Juegos Olímpicos. Quizás podría hacer la prueba aprovechando al máximo su señal digital.
Sí, lo sé. Lo reconozco. Yo no conozco cuáles son las situaciones dentro de cada canal de TV. Pero dejo esta propuesta. Los canales de TV hacen un esfuerzo para comprar los derechos de programación que sea realmente de interés para tener altos niveles de audiencia y, de esa manera, vender publicidad y ganar dinero. Pero si no atienden las necesidades del usuario de hoy, lo único que hacen es empujarlos a ver cada vez menos programación en señal abierta y buscar diferenciales tecnológicos y de contenido en servicios de televisión de pago.