1 / 6 El área del comedor está marcada por una pared pintada de negro. Como toque decorativo colocaron en el muro dos fotos en blanco y negro. Foto: Magnus Petterson.
2 / 6 La decoración se basó en el uso de tonos claros en pisos y paredes, y en la exposición de mobiliario hecho de materiales, como la madera. Foto: Magnus Petterson.
3 / 6 El dormitorio tiene una pequeña zona de lectura compuesta por dos sillas creadas en los años setenta por la marca sueca Edsby Verken. Foto: Magnus Petterson
4 / 6 En los espacios pequeños se recomiendan objetos de diseño minimalista, como esta repisa que consta de dos piezas que encajan formando dos niveles. Foto: Magnus Petterson.
5 / 6 En la misma área del comedor se ubica la cocina, que adquiere un aire industrial por el revestimiento tipo concreto de la pared y la luminaria de metal. Foto: Magnus Petterson.
6 / 6 En el dormitorio, la zona de estudio está compuesta por una mesa, que simula ser un caballete, y una clásica silla Viena. Se recomienda colocar el escritorio al lado de una fuente de luz natural para aprovechar a plenitud la iluminación. Foto: Magnus Petterson
Ubicado en un edificio berlinés levantado en 1997, este departamento de 45m2 conserva el esplendor de sus mejores años, gracias a la empresa de bienes raíces Fantastic Frank que encargó a la interiorista belga Sarah Van Peteghem la transformación de este antiguo departamento. Ella consiguió como resultado dos ambientes que tienen todo lo necesario para vivir de una manera cómoda y con mucho estilo.
En este lugar, donde el pasado y el presente se encuentran y armonizan, destacan los listones de madera clara que recorren el suelo de ambas estancias. También resaltan las delicadas molduras que rematan las altas paredes blancas y el mobiliario de origen escandinavo, que exhibe la textura natural de las vetas y que destaca por su funcionalidad.
El comedor, que es la primera zona que se ve al ingresar en el departamento, comparte espacio con la cocina. Esta última luce un toque industrial, ya que la pared del repostero muestra una textura de concreto expuesto. La otra habitación es la alcoba, que cuenta con un sofá que se convierte en cama, y una zona de escritorio.