Una casa rodante nunca se vio tan elegante y ayudó tanto al planeta. La entusiasta de las casas pequeñas, Marjolein Jonker, encargó al estudio de diseño Walden y a Dimka Wentzel de Tiny Houses la construcción de una vivienda fácil de transportar y que deje una huella mínima en el planeta.
El resultado es una casa de 17 metros cuadrados muy versátil donde el espacio fue aprovechado al máximo. Paneles solares proveen a la vivienda de energía. Además contiene un sistema de tratamiento de agua que facilita la recolección de la lluvia para que luego sea utilizada como agua potable.
La casa pequeña da la impresión de ser espaciosa gracias a las paredes blancas y la madera de abedul contrachapada que se utilizó en su construcción. La fachada también es de madera de pino tratada para evitar los daños causados por el medio ambiente y el aislamiento con lana de oveja mantiene a la propiedad resguardada del frío.
Conoce esta linda casa pequeña por dentro.