Colocar marcos que destaquen por sus colores o acabados es una forma de aportar a la decoración. La interiorista María Claudia Toledo señala que es ideal tener en cuenta el tipo de imagen que acompañan; por ejemplo, los retratos familiares con marcos plateados o dorados (ya sean sencillos o tallados), aportarán un aire elegante y le darán prestancia a las fotografías.
En caso de que sea una obra moderna o minimalista, usa uno de líneas rectas y tonos neutros para no restar protagonismo a la imagen. De enmarcar paisajes o bodegones, procura inclinarte por un diseño más clásico, que puede ser un modelo tallado en madera o recubierto en pan de oro o plata.
Si la imagen es pequeña o deseas destacarla, agrega un paspartú: un recuadro de cartón que se pone alrededor de la imagen.
Otras alternativas
En el caso de las fotos, si estas son en blanco y negro, opta por marcos sencillos para no restarle fuerza. Puede ser en madera o metal.
La diseñadora Vanessa Salas agrega que las piezas de madera son las más usadas, pues aportan calidez y según el acabado, se adaptan a distintos estilos. Las talladas van bien en espacios clásicos y las wash, en ambientes vintage y eclécticos.