Inspírate en la luminosidad que caracteriza el estilo mediterráneo, la frescura de sus tonos claros y el uso de materiales naturales, para darle un aspecto relajante y paradisíaco a tu casa.
“Sus orígenes se remontan a Grecia y a los demás países cuyas costas están bañada por el mar Mediterráneo. Es una decoración sencilla pero cálida a la vez”, señala Claudia Zegarra, docente de la carrera de Diseño Profesional de Interiores de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
En las paredes predomina el blanco, que potencia el ingreso de luz natural y brinda amplitud a los distintos ambientes de la casa; en los tapices, sillas, cojines y algún mueble pequeño se hacen presentes los tonos azul añil, aguamarina, turquesa, verde oliva y ocre. Los colores tierra, como el marrón, y los cálidos, como el beige, pueden plasmarse en el piso.
Más que texturas
El concepto mediterráneo admite cuotas de rusticidad que rompen con el aspecto liso y añaden textura a las superficies. “Para acentuar el aire mediterráneo, las paredes y pisos pueden lucir un acabado ligeramente irregular haciendo uso de la piedra al natural o pintada de blanco", añade la arquitecta Inés Sevilla. También es posible aplicar a los muros una capa de yeso mezclado con cemento blanco.
Respecto al mobiliario, en la casa deben primar los muebles de madera natural y líneas simples que ayudan a aligerar el espacio. Pueden ser de cedro, pino o caoba. “La madera puede ser de tono oscuro, claro o pintada de blanco”, indica la arquitecta Carla Cruz. También encajan los elementos de mimbre, ratán, fierro forjado y vidrio.
En el baño y la cocina, van bien los cerámicos claros. En la última puedes tener reposteros con puertas de madera tallada o lisa pintada de blanco, y tableros de mármol o granito. Para recrear el estilo mediterráneo instala en el piso: cerámicos, porcelanatos, cemento pulido o terracota de colores cálidos y claros. En cuanto a los tapices, opta por textiles de fibras naturales y frescas, como el lino o algodón.