No es necesario contar con un gran espacio para poder disfrutar de un spa en casa, y es que tan solo requieres de un área mínima de 1,50 x 3 m y los detalles exactos para hacerlo posible.
Aunque una tina no es un elemento indispensable, te brindará relajación. En un espacio reducido, puedes optar por aquellas de 1,20 x 1,10 m o una esquinera que se adaptará a esta habitación. La luz es importante para transmitir sensaciones dentro de tu spa hogareño, por ello juega con dos tipos de iluminación, una general para la zona de tránsito y otra cálida e indirecta que se encuentre cerca a la tina o ducha.
En cuanto a los revestimientos, utiliza materiales como piedras naturales, cemento pulido o cerámicos en tonos claros. Al lado de la tina o en el piso de la ducha puedes instalar decks de madera, lo que indudablemente, aportará calidez a este spa.
Logra un ambiente agradable con detalles como velas aromáticas e inciensos para disfrutar de su aroma.