Reconocido como una leyenda del Dakar, es el único japonés en haber corrido en motos, coches y camiones en la competencia. Su hijo Teruhito también está presente en la prueba en otro camión. (Foto: Hino Team Sugawara)
Reconocido como una leyenda del Dakar, es el único japonés en haber corrido en motos, coches y camiones en la competencia. Su hijo Teruhito también está presente en la prueba en otro camión. (Foto: Hino Team Sugawara)
Redacción DT

Por Paul Huanqui Arosemena

Como cada edición del en los últimos años, el piloto japonés Yoshimasa Sugawara volverá a estar en la largada. Compite desde el quinto año de inaugurada la competencia y posee el récord Guinness de 34 presencias consecutivas. Bautizado por los organizadores del certamen como el abuelo del Dakar, el senséi del automovilismo off road confía en su experiencia pero siente que aún tiene mucho por aprender, por eso sigue participando, desafiando al tiempo y los caminos de la vida.

— ¿Qué lo motiva a seguir compitiendo en el Dakar?

De todas las pruebas motorizadas, el Dakar es una de las más largas y la única que te pide pasaporte en la ruta. Me motiva atravesar países y competir en una carrera de largos recorridos.

— ¿Le ha puesto una fecha a su retiro del Dakar?

Tengo mucho que aprender. Cuando manejo, hago la carrera y los enlaces, y mi objetivo es terminar la carrera. El día que no pueda hacerlo, me retiraré.

— ¿Cómo se ha preparado para encarar el desierto peruano?

Confío en mi experiencia corriendo en las dunas de anteriores Dakar. La ruta de Pisco está a unos mil metros sobre el nivel del mar y luego tiene una elevación hasta el triple de esa altitud. Mientras uno esté al volante manejando, no hay inconveniente, pero cuando el vehículo se atolla y hay que sacarlo con la pala es cuando empieza a afectarnos la altura. Por eso para este 2018 usaremos unas máscaras que nos bombearán oxigeno mientras manejamos. Tenemos un equipo que elimina el hidrógeno y nos permite tener un oxigeno lo más puro posible.

— Hizo una aclimatación en el Cusco. ¿En qué consistió?

Mi entrenamiento para este Dakar comenzó el 12 de diciembre último cuando salí de Japón precisamente con el tiempo más que necesario para ajustarme al cambio horario y al clima veraniego en Sudamérica. El 20 de diciembre llegué al Cusco e hicimos caminatas por las ruinas del Valle Sagrado. Disfrutamos de los atractivos turísticos y preparamos el cuerpo para las etapas de montaña. Nos recomendaron experimentar subida y bajada y por eso visitamos Machu Picchu y luego volvimos al Cusco.

— A sus 76 años es el piloto con más edad y por eso lo conocen como el abuelo del Dakar, ¿cómo surgió ese sobrenombre?

Hace 10 años los organizadores del Dakar me habían puesto de apodo ‘tonton’, que en francés es una palabra cariñosa para referirse al abuelo, el nono o el tata.

— ¿Cuál ha sido el momento más complicado de estos 34 años de carrera en el Dakar?

Cuando empecé a competir lo hice en la categoría motocicletas y en una edición, mientras corría en las dunas del África, me fracturé una pierna. Eso fue complicado.

— ¿Es cierto que a los 10 años de competir en el Dakar quiso dejarlo?

Hay un adagio japonés que dice “incluso una piedra muy fría, en tres años esta se va calentando”, esto significa que uno debe esforzarse al menos ese tiempo para dominar una habilidad. En el caso del Dakar debía superar la barrera del idioma, los constantes viajes y los costos. Entonces pensé que tres años eran muy poco y que debería ser una década. Esa fue mi meta inicial para llegar a conocer mejor esta competencia, pero la cumplí y me di cuenta de que aún me faltaba mucho por aprender. Por eso seguí participando año tras año y así hasta el récord de 34 presencias consecutivas que poseo.

— ¿Tiene algo que guía su carrera de piloto?

No es un proverbio pero siento que se requieren al menos 10 años para aprender a comunicarse con el vehículo. En el Dakar no sabemos cómo será la etapa que viene sino hasta antes de correrla. Por eso siento que siempre voy a debutar en esta competencia. Algo que he descubierto con el tiempo es que puedo conversar con el terreno que voy a recorrer.

— Es una leyenda en el Dakar. ¿Cuál cree que será su legado?

Todos los años hacemos competencias internas entre los distribuidores de Hino en el Japón y seleccionamos a cuatro mecánicos, compiten y los incorporamos al equipo. Para ellos es una tremenda experiencia y nosotros vemos su evolución. Preparar a las futuras generaciones es mi misión y el legado que viene de mi participación en el Dakar.

— ¿Qué otras competencias tiene en los meses previos?

Participo en una carrera de moto off road en la que durante cinco días se recorren 4 mil kilómetros. Yo compito en cuatro eventos de ese tipo al año. Con los camiones que estarán en el Dakar hemos corrido una prueba en Mongolia. Tengo planificado correr tres carreras de moto en campo traviesa y con los camiones estaremos en un recorrido desde China hasta Moscú.

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