Los organizadores de la séptima edición sudamericana del Rally Dakar autorizaron hoy recorrer el salar de Uyuni en la octava etapa de mañana desde el poblado boliviano de Uyuni hasta el balneario chileno de Iquique.
"El Dakar pasará por el salar, tenemos el visto bueno de nuestra comisión", anunció Gregory Murrac, de la empresa que organiza la competencia.
El salar de Uyuni, en el sudoeste de Bolivia, es el mayor desierto de sal del mundo, con una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados a 3.650 metros de altitud.
"Estamos cruzando los dedos para que no llueva y mañana puedan pasar por el salar", expresó el presidente boliviano Evo Morales, quien recibió y saludó a los pilotos de la modalidad de coches en su ingreso a Uyuni.
El ganador de la séptima etapa, el argentino Orlando Terranova, entusiasmado por la recepción en Bolivia, terminó obsequiando su gorra deportiva al mandatario boliviano.
"Esta ha sido una etapa técnica. Increíble la cantidad de banderas bolivianas en toda la ruta, parecía un clásico Boca-River", dijo.
Terranova, por otra parte, no ocultó su deseo de recorrer mañana por el salar de Uyuni en su paso a Chile. "Vi tantas fotos del salar, quiero correr por el salar", agregó.
La ciudad boliviana de Uyuni, llamada "la hija predilecta de Bolivia" por la despedida que sus pobladores tributaron a los combatientes bolivianos en 1932 en la guerra con Paraguay, fue por segundo año escenario del Dakar.
Músicos, bailarines, modelos, guirnaldas de hoja de coca, banderas y papel picado abundaron en la llegada a Uyuni, aspecto que entusiasmó a los pilotos.
"Bolivia es maravillosa", expresó el piloto estadounidense Robby Gordon, que a pedido del presidente Morales hizo un salto con su vehículo en la rampa de Uyuni.
Uyuni recibirá mañana por segundo año consecutivo a los pilotos de motos y cuadriciclos, y los aficionados bolivianos aguardan con entusiasmo a sus compatriotas Fabricio Fuentes y Walter Nosiglia, que está quinto en la clasificación de quads.
Fuente: DPA