Ya está, lo hizo. Lo que no pudo Basile, en el 94, ni Passarella, en el 98, ni Bielsa, en el 2002, ni Pekerman, en el 2006, ni Maradona, en el 2010, lo logró él: Alejandro Sabella. Nacido en River, pero formado como jugador en Estudiantes, Ale –así le dicen- encarna una mezcla de toque fino con espíritu combativo, un mix de lo más lujoso del cuadro millonario con lo más mañoso del estilo pincharrata. Aquí cinco tips para conocer el pensamiento Sabella.
1. El sucesor del Beto Alonso. Alejandro Sabella (5 de noviembre de 1954) creció en las inferiores de River Plate como un volante creativo finísimo, de pases largos y excelente toque. No avanzó demasiado como titular porque fue contemporáneo de uno de los ídolos máximos del cuadro millonario, Norberto Alonso. Y si bien alternó bastante y sumó títulos, lo hacía en un rol claramente secundario. Sin grandes chances, prefirió partir a Inglaterra hacia fines de los años 70.
2. El pincharrata de Estudiantes. A comienzos de década de los 80, Carlos Bilardo, por entonces técnico de Estudiantes, lo pidió para su equipo. Tras jugar en Sheffield United y Leeds United, Sabella aceptó la vuelta y conformó un histórico mediocampo junto a Marcelo Trobbiani, Miguel Russo y el Bocha Ponce. Ganó dos títulos con el pincha (Nacional 1982 y Metropolitano 1983) y fue citado a la selección de modo muy frecuente.
3. El amigazo de Julián Camino. Sabella jugó seguido en la selección que ya dirigía Bilardo junto a Camino, compañero suyo de Estudiantes, tristemente célebre en Perú por lesionar a Franco Navarro en las Eliminatorias 85. Meses antes de México 86, sin embargo, ambos fueron descartados de la lista. El sitio de Sabella lo ocupó Carlos Tapia y el de Camino, Néstor Clausen. Hoy Camino es ayudante de Sabella.
4. El asistente de Daniel Passarella. El regreso de Alejandro a las primeras planas se da como colaborador de Daniel Passarella, técnico de Argentina entre 1995 y 1998. Con él, trabajó la Copa América del 95, la del 97 y el Mundial del 98, donde fue eliminado en cuartos de final por Holanda. En ese cargo se mostró metódico y callado, perfil bajo en comparación con América Gallego, el otro ayudante de Passarella. En el 2008, tras acompañar al Kaiser en clubes de México, Italia y Brasil, Sabella inició su carrera de técnico en solitario.
5. El seleccionador efectivo. Su inicio como entrenador fue muy exitoso pues ganó títulos locales con Estudiantes en el 2009 y, posteriormente, la Libertadores. Su estilo es de entrenador pragmático, nada lírico, aunque con una gran predilección por alinear futbolistas de buen manejo. Tras la debacle de Sergio Batista en la Copa América del 2011, la AFA pensó en él y le entregó el fierro caliente de hacer funcionar “ahora sí” a Lionel Messi de albiceleste. Por lo visto, algo ya ha logrado.