ELKIN SOTELO C. @elkinsot_DT
Antes que se reanuden las acciones para el segundo tiempo, Cristiano Ronaldo contuvo a sus compañeros en la boca del túnel y los abrazó, alentó y pidió entrega para alcanzar un marcador de escándalo. Necesitaban de eso para intentar la clasificación a octavos de final y que, además, Alemania se impusiera por lejos a Estados Unidos.
A esa tarea complicada se le sumaba el potencial de Ghana; el desequilibrio natural de todo equipo africano, pero también ese nivel de inconciencia e irresponsabilidad que no les permite avanzar en las fiestas de alto nivel.
Cristiano Ronaldo aguardaba que sus compañeros fuera diferentes. Él mismo no lo fue. Lo que quedó en evidencia es que los lusos no alcanzaron la denominación de equipo y solo se quedaron en individualidades. El técnico Paulo Bento decepcionó porque tampoco pudo desarrollar ese instinto en su selección. Entonces el rendimiento de Portugal fue escaso. Y en consecuencia, el de CR7 también.
Portugal no pudo superar nunca las pérdidas tempranas de Helder Postiga y Hugo Almeida, los atacantes fuertes y titulares de Bento para el mundial. Quedaron Nani y Eder y el promedio de gol se redujo a casi nada.
Ghana hoy también necesitaba un triunfo holgado para seguir soñando. Dentro de sus limitaciones, cumplieron. En realidad no contaban con que el zaguero Boye tuviera tan mala fortuna de hacer un autogol a los 31’. Lo igualaron en buena lid a los 57’ a través de un cabezazo de Gyan, pero a los 80’ el golero Dauda también tuvo un error grosero y se la dejó en el pie a Cristiano para que remate con todo lo que le quedaba y no irse de Brasil con la sensación de haber sido un fantasma.
Si Portugal anotaba los goles que hoy no pudo hacer Ronaldo, tal vez no tendría el gesto de inconformidad. Fue una jornada difícil para CR7 desde que estrelló un tiro al palo y falló un cabezazo solo ante el golero en el primer tiempo; y en el complemento desperdició dos situaciones de similar riesgo.
Se va Portugal y se va Ghana del mundial. Pero hoy todos comentan que se va Cristiano y no hay objeción: fue impreciso, carente de lucha y no tuvo equipo. Se reinventará, seguramente.