RAÚL CASTILLO @RaulCastillo87
En un Brasil que dejó atrás su tradición futbolera, Oscar es uno de los pocos que simbolizan el pasado de su selección. Llegado de un Chelsea que prioriza más la defensa que el ataque, Oscar representa la magia y el toque sumado a la eficacia en el equipo de Scolari. El ‘11’ de Brasil no se engolosina ni trata de hacer una ruleta para el público, solo con sus pases y movimientos en la cancha puede ilusionar hasta el menos fanático del fútbol. Oscar es algo así como un genio, que al no poseer las virtudes de un dotado como Neymar, ha sumado inteligencia a su juego para comandar a una selección que desea celebrar con el Mundial en casa. Oscar fue el mejor en el debut de su selección por cuatro principales razones: fue el comandante del partido, él solo podía ver los huecos de la defensa croata, marcó el último gol del partido y pudo desenvolverse como organizador, así como extremo por derecha cuando se lo solicitó Scolari.
Minuto 29. Brasil no tenía idea de cómo superar a una ruda y compensada defensa croata hasta que una genialidad de este volante le dio la chance a Neymar de igualar el marcador. Oscar se batió dos veces en combate contra la volante de Kovacic y los superó para dar un pase, entre dos hombres, a la estrella brasileña, quien se robó todos los flashes con un golazo de zurda.
Después del gol, Oscar siguió en su camino, pedía la pelota, en la media, la banda, así como en la defensa. Era el partido de él más que el de Neymar, era él la figura y solo con un pase suyo, Brasil podía romperle la zaga a Croacia. Así se fue Oscar al descanso, pese a que algunos lo criticaron y minimizaron su rendimiento frente a otras figuras del ‘Scratch’. Se fue como el mejor del primer tiempo, como una especie de tapado ante varios hinchas.
Su repertorio del segundo período fue igual de bueno que el primero. Scolari no lo movió y su jugador lo agradeció, cuando nadie lo pensaba, cediendo a Fred (68’) para que el árbitro después pite un penal muy discutido. Otro gol de Neymar y el papel de su compañero quedaron relegados a segundo plano. Ya con la salida del delantero del Barcelona, el mismo Oscar condujo a su equipo y aseguró el partido (más de 90 minutos) con un puntillazo a lo Romario. Increíble por así decirlo. Ya no en la banda derecha, ni como pasador, sino avanzando y avanzando, en solitario, para vencer la valla del portero Pletikosa.
Oscar es algo así como Kaká, no porque jueguen de la misma forma, sino porque ambos no han tenido la representatividad de Ronaldinho y ahora de Neymar. Ellos lucen como hormigas obreras que son miradas como jugadores primordiales del equipo, pero no son líderes mediáticos de Brasil. Lo pueden ser en la cancha, como hoy se vio ante Croacia, pero no es la primera imagen que llega a tu cabeza cuando hablas de la selección brasilera. Hasta hoy se discutía el papel de Oscar por su rendimiento en las Confederaciones, hoy Neymar es sacado en los minutos finales y él se queda en la cancha, como alguien que también puede dar una mano en defensa.