“Entre Kaká y Cristiano, yo elijo a Villa”, dijo hace una década el director técnico español Vicente del Bosque al consultarle su opinión sobre el mercado de fichajes. Aquel año, Real Madrid se hizo con los servicios del portugués y comenzaría a escribir una historia de éxito, hoy conocida por todos. Sin embargo, quien fuera también entrenador del Madrid, prefería trabajar con el ‘Guaje’, el centrodelantero que brilló con él en la selección española, quien este 13 de noviembre anunció su retiro del fútbol.
►David Villa recibe emotivos mensajes de despedida tras anunciar su retiro del fútbol [FOTOS]
El asturiano ha pasado a la historia de ‘La Roja’ por su capacidad anotadora inigualable, a la que Fernando Torres, Emilio Butragueño ni el mismo Raúl González Blanco han podido acariciar. Ello lo ha llevado a ser el delantero más valioso de la historia del combinado ibérico. No habrá tenido un liderazgo marcado como Xavi Hernández y Andrés Iniesta, ni el carácter de Sergio Ramos, pero frente al arco fue un verdadero cazador, resolvía lo imposible con una sutileza que impactaba al mundo del fútbol.
Los inicios de Villa comenzaron en Asturias, su pueblo natal vistiendo la camiseta del Unión Popular de Langreo. Después fue fichado por el Sporting de Gijón, club que formaría al goleador.
España siempre fue una selección sin éxitos. Después de la Eurocopa conquistada por el “arquitecto” Luis Suárez y compañía, se comentaba solamente su garra y ganas por conseguir resultados. La década dorada de Real Madrid había quedado muy atrás, solo apariciones individuales como las de Butragueño o Raúl podían hacer soñar a los de la península. Sin embargo, ello cambiaría en el nuevo milenio con el protagonismo de jugadores de buen pie, más que de físico.
El primer lustro del 2000 fue falaz para España. La eliminación temprana de la Euro 2000 y 2004 dejaba sin respiro a los hinchas, que miraban a su selección despedirse pronto de los campeonatos como si se tratara de una maldición. Faltaba calma y jerarquía. Mientras ello sucedía en la élite mundial, Villa comenzó a hacerse conocido como ‘Guaje’ en el Sporting. Su excompañero Chus Bravo, lo bautizó así.
‘Guaje’ es un término asturiano que significa niño o joven. También se le asocia a los ayudantes de mineros, como del lugar de donde proviene David. "Es un honor y un orgullo representar al Principado. Todos saben el grado de asturianía que yo siento”, dijo en una rueda de prensa en el 2016. Este apelativo le quedaría toda la vida, y junto a otro ‘Niño’, conquistaría el Mundial 2010.
El verdadero cambio de España llegó junto a Luis Aragonés en el 2005. El seleccionador español comenzó a reestructurar las bases del equipo, prefería tener jugadores de toque y posesión de balón, más que vertiginosos y verticales de cara al arco. El ‘Guaje’ calzaría bien en este esquema por sus dotes técnicos con el balón. No era el delantero que arrasa en velocidad, ni el que choca con los defensas, sino uno de ubicación, solo bastaba culminar jugadas para vencer las redes rivales.
Villa empezó a crecer cuando a Raúl le comenzó a ser esquivo el éxito en la selección española. Tras el Mundial de Alemania 2006, el ‘Ángel de Madrid’ no fue llamado más a una convocatoria, pero había dejado la valla alta con sus 44 goles.
Pero la exclusión de Raúl fue bien sustituida por un Villa que anotó todos los goles que pudo con la selección. En el Mundial de Sudáfrica, fue el máximo goleador con cinco tantos. Si bien igualó con Müller, Sneijder y Forlán, pero se convirtió en el primer español en liderar este ránking, nunca antes alguien lo había conseguido, ni en la época del arquitecto.
A pesar de no tener el cartel de Raúl, Butragueño ni Torres con sus respectivos clubes, lo de Villa es resaltante por los 59 goles en 98 partidos con la ‘Roja’, además por ser el máximo goleador cuando su país ganó el Mundial. También contribuyó al título de la Eurocopa 2008 con otros 4 goles. Nadie puede dudar de su calidad y, sobre todo, supo suplir a estas grandes leyendas.
Se va un grande, y hoy no cabe duda de que España siempre necesitará a un Villa frente al arco rival para pensar en grandes éxitos.