Redacción EC

Borussia Dortmund atraviesa en la Bundesliga una temporada para el olvido. Con la derrota ante el Frankfurt el último fin de semana y la victoria del Stuttgart, el equipo dirigido por Jürgen Klopp quedó relegado por completo en la última casilla de la liga alemana.

Con solo tres victorias, dos empates y ocho derrotas, la Bundesliga del Dortmund es un desastre. Además solo ha marcado catorce goles contra los 21 recibidos en las trece primeras jornadas.

LA GRAN MÁQUINA
A pesar de este momento crítico, el último número de  se encargó de resaltar la Footbonauta, la máquina revolucionaria que posee desde el año pasado el Borussia Dortmund para los exigentes entrenamientos de sus jugadores. El aparato futurista desarrolla agilidad, velocidad y atención en los futbolistas.

La Footbonauta es una gigante caja negra con ocho cañones que disparan balones desde sus cuatro costados y que reta al jugador a controlarlos para luego introducirlos en una de las 74 cuadrículas que hay alrededor. Sesiones de menos de diez minutos sirven a cada jugador para tocar 200 balones, lo mismo que un volante haría en tres horas en un partido.


Jürgen Klopp, el técnico del Borussia Dortmund, la vio un día en una feria en marzo del 2012 y no se resistió a pedirla: “El club colabora. Cuando tenemos una idea, el club nos apoya. Y construimos muchos edificios nuevos, nuevos campos, porque queremos que este club tenga éxito en el futuro con independencia de las personas concretas. Quizá me quede todavía cuatro años más, o quizá sean 10. Pero cuando ya no esté allí, el club debe tener la posibilidad de alcanzar el éxito. Y en eso estamos ahora”, dijo en declaraciones en el 2013.

La máquina revolucionaria en el entrenamiento, llamada Footbonaut, la usa el Borussia Dortmund hace dos años y le permite trabajar con los jugadores juveniles para que desarrollen la velocidad de reacción, atención y concentración en los partidos antes que salten al primer equipo.

Además, en el Footbonauta se puede también simular el ambiente del estadio en un partido de fútbol. "Cuando el sonido alcanza los cien decibelios el jugador ya solo percibe apenas la señas visual. A medida que se vaya acostumbrando a esas circunstancias responderá mejor también cuando se enfrente a la situación real en el estadio. El Futbonauta hace que un jugador gan tranquilidad", dijo Sven Mislintat, responsable del departamento de ojeadores y analista jefe del Borussia Dortmund.

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