Gerard Piqué fue expulsado este martes en su último partido con Barcelona. El defensor, que se encontraba en la banca de suplentes durante el duelo frente a Osasuna, vio la roja por reclamarle al árbitro al término del primer tiempo.
En el inicio del descanso, el defensor español persiguió a Gil Manzano hasta los vestuarios y le protestó por la doble amarilla a Robert Lewandowski. No obstante, el tono de las palabras del zaguero no fueron del gusto del árbitro y lo amonestó.
Luego del compromiso, MisterChip informó que, tras la roja que recibió, Gerard Piqué igualó a Hristo Stoichkov como el jugador con más expulsiones en encuentros oficiales en la historias del cuadro azulgrana. Así lo comunicó en sus redes sociales.
Pese a la amonestación y a su último encuentro como futbolista profesional, Gerard Piqué terminó celebrando. Barcelona volteó el partido a Osasuna con un hombre menos y se mantiene como líder de LaLiga Profesional.
Piqué rompió en llanto en su discurso de despedida: “Esto no es un adiós”
Hace algunos días, Piqué jugó su último partido en Campo Nou y, tras la victoria (2-0) sobre Almería, se dirigió desde el césped a los aficionados azulgranas presentes en el estadio. Entre lágrimas incontenibles, el defensa catalán le prometió a los hinchas que “en un futuro” volverá al club.
“Era el momento de darnos espacio, un poco de aire, y estoy convencido de que en un futuro volveré a estar aquí”, dijo el central catalán que, poco después de pronunciar estas palabras, escuchó como muchos aficionados gritaban: “¡President!” (“¡Presidente!”).
Piqué, que ante el Almería (2-0) jugó de inicio y recibió una ovación atronadora de su afición al ser sustituido en el minuto 84 por Andreas Christensen, se mostró visiblemente emocionado a lo largo de un discurso que empezó agradeciendo a todas las personas que ayudan a los futbolistas en su “día a día”.
“En la vida, cuando te haces mayor, te das cuenta de que amar a veces es irse”, sentenció Piqué, que en ese momento tuvo que parar su discurso por la emoción.
El central barcelonés puso punto final a su discurso con una idea que ya mencionó en el vídeo en el que anunciaba su retiro. “Esto no es un adiós, ya me fui con 17 años y regresé. Mi abuelo me hizo socio el día que nací. Nací aquí y moriré aquí. ¡Visca el Barça, siempre!”.