Los pantalones cortos que tiene de Zinedine Zidane, su primer tatuaje de la Virgen María, la angustia que vivió cuando supo que su hermana estaba en la sala Bataclan el día del atentado o la razón por la que nunca jugará en el Arsenal son algunas anécdotas que cuenta Antoine Griezmann en su autobiografía.
"Derrière le sourire" (Tras la sonrisa), que llega hoy a las librerías francesas, repasa a lo largo de 277 páginas algunos elementos de la vida del jugador del Atlético de Madrid, de 26 años, escrito en primera persona pero con ayuda del periodista Arnaud Ramsay.
Griezmann cuenta cómo, cuando era recogepelotas en la Real Sociedad, trató de hacerse con una camiseta de Zizou tras un partido.
"Le pedí su camiseta pero ya la había cambiado con un rival. Como vio mi decepción, me dijo que le siguiera. Le acompañé hasta las entrañas del estadio, pensaba que me daría una foto o un autógrafo. Pero no, me dio el pantalón corto con el que acababa de jugar. No me lo podía creer", relata.
En otro momento, el joven delantero relata cómo se tatuó la imagen de la Virgen María acompañada del lema "haz de la vida un sueño y del sueño una realidad", por influjo de su madre, ferviente católica.
"Desde pequeño estoy influido por la religión y puntualmente sigo encendiendo velas en las iglesias", señala el futbolista, que asegura que, sin embargo, respeta todas las religiones.
Cuenta cómo su compañero de selección Paul Pogba suele hacer sus rezos musulmanes y que cuando organiza una barbacoa en su casa presta atención al origen de la carne que compra en función de la religión de sus invitados.
El 13 de noviembre de 2015, tras el Francia-Alemania en el que participaba, llamó a sus padres, que estaban en las gradas del Estadio de Francia, cuando supo que se había producido un atentado en una sala de conciertos de París y que allí estaba su hermana.
"Ella no me respondía (...) La angustia era muy potente, era imposible saber si estaba bien", relata.
Su hermana les respondió en un primer momento, pero hablaba en voz baja y, después, de nuevo se hizo el silencio, lo que alimentó la preocupación.
"Salió tras la intervención de las fuerzas del orden. Se había refugiado en un restaurante (...) Uno piensa que estas cosas solo les pasan a los demás", dice.
Griezmann asegura que nunca jugará en el Arsenal, porque al final de la temporada 2013 el club londinense se interesó por él peor luego cortó todo contacto.
"No llegaron a hacer una oferta. No me gusta cuando se dice una cosa y luego no se cumple", indica.