El Getafe logró un punto de oro que le asegura la permanencia en Primera, en un partido en el que el Barcelona apenas inquietó la portería de David Soria, que fue un mero espectador ante el conformismo que demostró el equipo catalán, que se asegura la segunda plaza de la clasificación.
Xavi Hernández, con las bajas en defensa de Gerard Piqué, Jordi Alba, Néstor Araújo y Eric García, tuvo que formar una zaga de circunstancias con Dani Alvés en el lateral derecho, Mingueza y Lenglet en el centro y Balde en el lateral izquierdo.
Además, Frenkie De Jong, fuera por sanción, fue sustituido por Riqui Puig, que jugó en el centro del campo acompañado de Sergio Busquets. El canterano se contagió del ritmo anodino de su equipo y, en la primera parte, pasó desapercibido pese a que el Barcelona trató de ser protagonista con la posesión ante el ritmo intermitente que mostró el Getafe en su juego.
La primera parte no tuvo grandes acercamientos de ninguno de los dos equipos aunque el que más lo intentó fue el Getafe, que contabilizó tres tímidos lanzamientos a puerta, dos del turco Enes Unal y otro de Carlos Aleñá, todos desbaratados sin mucho peligro por Ter Stegen.
La mejor ocasión del Barcelona fue a los 42 minutos con un centro de Gavi peligroso que repelió la zaga del Getafe y Ferrán Torres remató alto en la segunda jugada.
La segunda parte siguió por los mismos derroteros sin que ninguno de los dos equipos quisiera arriesgar pareciendo conformarse con el resultado.
En busca de aire fresco para su equipo Xavi dio entrada a Ansu Fati, que volvió a tener treinta minutos para seguir cogiendo ritmo tras una larga lesión. El delantero español aportó imaginación al ataque de su equipo y suya fue la mejor ocasión de la segunda parte, cuando se plantó dentro del área para lanzar un disparo que despejó Djené y cuyo rechace lo mandó alto Balde.
Con el objetivo cumplido el Getafe se dedicó a dejar pasar el tiempo moviendo el balón de un lado a otro, algo que no le importó al Barcelona, que para entonces ya daba sensación de estar más pendiente de que corriera el reloj que de mirar a la portería de David Soria.