Redacción EC

ÓSCAR BERMEO OCAÑA 

Han pasado 15 años desde que Ernesto Vecchio dirigió a por última vez. No sabe si fue un error de la dirigencia de dejarlo ir. Tal vez era necesario que explote en España, piensa. Aunque cuestiona que los chicos se vayan a temprana edad. “Muchas veces, los padres apuran la formación pensando en números”, dice.

¿Qué rol cumplía Messi en los años que lo dirigió?
‘Lio’ venía de jugar como volante central en la categoría ‘Baby’ (fútbol 7). Cuando lo agarré y lo puse en una cancha grande, lo dejé suelto por su técnica, su velocidad. Le di plena libertad para que haga lo que sabe hacer. Lo que en estos últimos años ha hecho en el Barcelona y la selección, ya lo hacía cuando tenía nueve años.

¿Qué podría decirle un técnico a un jugador de esas características?
No había que decirle muchas cosas. Solamente le decía que largara más la pelota para que no sea golpeado, que la suelte y que juegue en equipo, porque él solo no iba a ganar los partidos. Aún así, muchas veces no hacía caso y él ganaba los partidos. Verlo era algo impresionante.

Se dice que los grandes futbolistas nacen y no se hacen. ¿Partiendo del caso de Messi, qué diría al respecto?
Jugadores como Messi, Ronaldinho, Maradona, nacen con esas virtudes. No hay un profesor que le haya enseñado a Lionel a jugar como lo hace. ¿Quién le puede decir cómo llevar la pelota? Eso es nato en él. Es un don que Dios le dio.

¿Recuerda alguna escena puntual de alguno de los partidos de Messi en aquella época?
Por supuesto, tenía diabluras de chico de la edad, pero generalmente era humilde, callado, nunca lo vi pelear con nadie. Anécdotas hay muchas, pero recuerdo un partido donde recibe la pelota de Juan Cruz Leguizamón, arranca con la pelota pegada a los pies, elimina con velocidad todo jugador rival que lo enfrenta y hasta al arquero. El arquero se golpea con él, pero sigue, cuando ve que el portero queda tirado en el suelo, detiene el balón y le pide al árbitro que atienda al arquero. La cuento porque ahí demuestra la calidad de chico que es.

Uno de los torneos que ganó aquella ‘Máquina 87’ fue la Copa de la Amistad 1997 organizada en Perú. ¿Qué recuerda de la participación de Messi en ese campeonato?
Ese fue el primer torneo que ganó Lionel fuera del país. No pude viajar por problemas familiares de última hora. Hice la selección de Newell’s para dos categorías: la 87 de Messi y la 86 de Gustavo Rodas. Ambas campeonaron con campañas destacadas. Guardo con cariño las medallas de esos títulos.

¿Es cierto que en esos años Gustavo Rodas (futbolista que en los últimos años militó en Bolognesi y León de Huánuco) era mejor que Lionel?
Hasta el día de hoy me lamento la vida de Gustavo Rodas, era un jugador espectacular. Estaba a la altura de ‘Lio’. La ventaja que tenía era que le pegaba igual con las dos piernas. Lamentablemente, su entorno complicado (vivía en una villa) no lo ayudó. Creo que ahora está un poco más enderezado, pero perdió muchos años de carrera. Pudo haber hecho una carrera al lado de Messi porque condiciones tenía de sobra.

Si bien aquel equipo de Messi ganó todo lo que jugó, ¿vio llorar alguna vez a Lionel por una derrota?
Sí, nosotros habíamos salido campeón de la liga. Y nos toca el primer partido de otro torneo con Rosario Central, el clásico rival. Los chicos venían relajados, de haber ganado el título y nos tocó perder. Ese día no solo Lionel lloró, lloraron todos.

¿Cómo ve a Messi en este Mundial?
Está haciendo un buen Mundial. Pero muchos argentinos quieren que Lionel sea un jugador que corra, que muerda, que lleve, que haga goles, que dé pases, que haga todo. Todos miramos a ‘Lio’ a ver si hace algo anormal. Hay una exigencia mayor porque al ser el mejor jugador del mundo, se le pide cada vez más. Lo único que le falta en su vitrina es la Copa del Mundo, creo que si lo logra despejará cualquier duda.

¿Es necesario que gane el Mundial para ser considerado mejor que Maradona?
Los argentinos somos complicados. Si Lionel gana el Mundial de Brasil, no quedarán dudas de que supera a Maradona, porque si analizamos los logros previos creo que ya lo superó en un montón de cosas. Solo le falta el Mundial, pero para mí ya lo superó. Si no gana el Mundial, seguirá siendo el mejor del mundo. Si no lo gana no será por él, son once jugadores que entran a la cancha. Creo que se tiene que quedar tranquilo, si no gana el Mundial, no se termina Lionel Messi.

¿Cuando ve un partido de la selección, qué espera de Lionel?
Cuando toma la pelota tengo la esperanza de que haga algo distinto, que anote o meta un pase gol.

¿Espera que haga algo de las cosas que hacía cuando tenía nueve años y estaba bajo sus órdenes?
Lo sigue haciendo. Esa jugada que entra en diagonal de derecha hacia dentro es típica de él desde chico. Bueno, no era un especialista en tiros libres, pero con su técnica y pegada incorporó esa función.

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