Redacción EC

 se convirtió en la figura inesperada del ante por la ida de cuartos de Champions League. El arquero esloveno, que casi no contaba para Diego Simeone hace un mes, mantuvo con vida a los rojiblancos con varias intervenciones decisivas en la primera mitad, dominada por completo por el conjunto merengue.


El Vicente Calderón rugió para recibir a sus jugadores en una noche de emociones fuertes y el pesado recuerdo de Lisboa, donde un gol de Sergio Ramos sobre la hora inclinó la balanza en favor del Real Madrid. Pero como si fuera una continuación de aquella final, el Madrid pudo adelantarse nada más comenzar el partido.

Diego Godín se hizo un lío en la salida de balón, Gareth Bale le robó la cartera y, libre de marca, se plantó solo ante Jan Oblak. El arquero tapó el mano a mano cuando la afición madridista cantaba el gol.

Ancelotti plantó el 4-3-3 con tridente ofensivo y contrarrestó la inferioridad numérica en el medio campo con el trabajo de James Rodríguez y Toni Kroos. El colombiano se multiplicó en defensa para tapar al turco Arda Turan, mientras que Kroos no dejó respirar a Koke. Sin sus futbolistas más creativos, el Atlético de desinfló.

Y Oblak siguió salvando a su equipo. Un potente zurdazo de Bale desde fuera del área encontró al inspirado Jan Oblak. Poco después, James enganchó un rechace fuera del área con el exterior de su pierna izquierda y de nuevo Jan Oblak acertó a despejar el balón que entraba raso por su palo izquierda.


Oblak fue la figura inesperada de un Atlético de Madrid que sufrió mucho en el primer tiempo, pero que cambió de actitud y mejoró en el segundo. 

FUENTE: AP

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