La jugada la armaron dos suplentes. El primero, André Schürrle, hombre del Chelsea de Mourinho. El alemán, recostado por izquierda, se decidió por la individual. Iban 113 minutos del segundo tiempo complementario. Schürrle avanzó con velocidad, se vio marcado por dos argentinos y sacó el centro con zurda.
Le salió preciso el pase. El segundo suplente, Mario Götze, la recibió de pecho. Se había metido entre los centrales el crack del Bayern Múnich. La paró y remató de zurda. Golazo de un chico de solo 22 años, que quedará para siempre en la historia del fútbol alemán. Así llegó la cuarta estrella teutona.
Cuando todo parecía que el partido se iría a los penales, apareció Götze para hacer campeón a su país. Argentina tuvo algunos minutos para intentar el empate pero fue imposible. Ni siquiera Messi, que tuvo un tiro libre en el final del partido, pudo hacer algo por Argentina.
Hoy, ambos equipos se volverán a ver las caras casi dos meses después de lo que pasó en el Maracaná. Mario Götze posiblemente sea titular en el cuadro de Joachim Löw. Pero claro, así marque tres goles hoy, nada superará al que anotó en la final del Mundial Brasil 2014.