"El fútbol siempre da revanchas", es una frase común utilizada en el mundo del deporte rey. Sin embargo, nunca se sabe el momento preciso cuando el jugador podrá cambiar el curso de la historia, puede ser en un día, un año o tres temporadas después. A Darío Benedetto le llegó en el momento más sublime de la historia: en la final de vuelta de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu.
En el partido de ida, en La Bombonera, en los últimos minutos sucedió un hecho muy parecido. Carlos Tévez juntó a tres defensas de River Plate y le cedió el balón a Darío Benedetto. El delantero 'xeneize' quedó mano a mano con Franco Armani, quien había fallado en el primer gol de los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto.
'Pipa' se precipitó y no definió bien. El portero de River Plate achicó y lo dejó sin chances de celebrar. Tras finalizar el encuentro, muchos lo acusaron de falta de jerarquía para los momentos cruciales.
Sin embargo, en el duelo de vuelta, en el Santiago Bernabéu, tuvo su revancha. Tras una genial asistencia de Nahitan Nández, Darío Benedetto superó a dos defensas y quedó mano a mano con Armani.
En esta ocasión tuvo más paciencia y clase para ponerla a un costado y celebrar el primer gol del partido.
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