Hace más de diez días en Argentina era imposible pensar que la final de vuelta de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se jugaría en Madrid. Hace unos días en España era imposible pensar que un evento deportivo requeriría más de tres mil policías. Hoy ambas cosas son realidad.
Tras confirmarse que el River-Boca se jugará en el Santiago Bernabéu, las fuerzas de seguridad españolas planificaron un megaoperativo sin antecedentes y que duplica lo que sucede un fin de semana cualquiera en un partido de Liga: designaron tres mil efectivos policiales más aquellos trabajadores municipales que estén involucrados. Además, el Ministerio de Seguridad argentino apoyará con cien teléfonos móviles, que se usarán en cada uno de los accesos por donde pasarán los hinchas sudamericanos y pondrán mayor énfasis en las tribunas donde estarán las barras de ambos equipos.
A la cantidad de policías se le suma el triple anillo de seguridad que habrá para ingresar al estadio. El primero será el control de documentos junto con las entradas. Todos los hinchas deberán portar el ticket con su nombre y una pulsera que se le entregará a la hora de comprar los boletos. El segundo será una exhaustiva revisión. Y por último, un nuevo control antes de ingresar a la cancha.
En España ya han tomado todas sus precauciones. No quieren que Madrid viva lo mismo que ocurrió en Buenos Aires el domingo 24 de noviembre.
—De no creer—
El pasado domingo, cuando salieron a la venta las entradas para el partido que determinará quién es el campeón de América, los socios del Real Madrid se encargaron de agotar los boletos. Sin embargo, al parecer no todos están ansiosos de asistir a un partido único para el fútbol sudamericano.
Una investigación de un programa español reveló que las entradas para el choque entre millonarios y xeneizes llegan hasta los tres mil euros. Los revendedores, además, revisten el negocio ilegal. Venden un bolígrafo a un precio exorbitante, y de regalo dan dos tickets para el partido.
El River Plate vs. Boca Juniors, por la final de la Copa Libertadores, sin duda, está vendida al mejor postor.